jueves, 15 de abril de 2010

Significante Nº 619

Las siestas más reparadoras las hice arrullado por las historias de algunos pacientes.

9 comentarios:

Maruja dijo...

Ud no tiene vergüenza!

Diego dijo...

No hay nada que hacerle, Freud era sabio. Él proponía ubicarse un poco por detrás del paciente, de manera que este no pueda vernos.

Matías dijo...

Sólo debe cuidarse de no roncar.

Alicia dijo...

Lo que sucede es que el paciente te remonta a la niñez y uno se sumerge en esas interminables tardes de domingo, donde la siesta ocupaba un lugar privilegiado.

Luis dijo...

A mí el analista intenta despertarme pero no hay nada que hacerle; me recuesto en el sofá y me relajo.

Nati dijo...

Creía que todos los psicólogos llevaban barba.

Carmen dijo...

Lo que induce al sueño es la repetición de los mismos problemas. Cada cual tiene los suyos y son siempre los mismos.

Tania dijo...

En esto influye el color del sofá. El sofá amarillo vuelve a los pacientes insoportables.

Verónica dijo...

Qué asco! el tipo se descalza y después una apoya la cabeza donde otro puso las patas.