Las siestas más reparadoras las hice arrullado por las historias de algunos pacientes.
jueves, 15 de abril de 2010
Significante Nº 619
Las siestas más reparadoras las hice arrullado por las historias de algunos pacientes.
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9 comentarios:
Ud no tiene vergüenza!
No hay nada que hacerle, Freud era sabio. Él proponía ubicarse un poco por detrás del paciente, de manera que este no pueda vernos.
Sólo debe cuidarse de no roncar.
Lo que sucede es que el paciente te remonta a la niñez y uno se sumerge en esas interminables tardes de domingo, donde la siesta ocupaba un lugar privilegiado.
A mí el analista intenta despertarme pero no hay nada que hacerle; me recuesto en el sofá y me relajo.
Creía que todos los psicólogos llevaban barba.
Lo que induce al sueño es la repetición de los mismos problemas. Cada cual tiene los suyos y son siempre los mismos.
En esto influye el color del sofá. El sofá amarillo vuelve a los pacientes insoportables.
Qué asco! el tipo se descalza y después una apoya la cabeza donde otro puso las patas.
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