A mí me asaltaron un montón de veces en la imaginación; todavía no sé como reaccionaré cuando me asalten en realidad. Capaz que me pasa lo mismo que a ud.
Hacer las cosas al revés de lo que se piensa es muy complicado, pero lo hacemos más a menudo de lo que querríamos porque no nos queda otra. Y lo peor es que la mayoría de las veces no nos damos cuenta.
Hace poco trataron de asaltarme mediante un método de razonamiento persuasivo. El muchacho me dijo: -no me obligues a arrancarte la cartera -vas a perder todos los documentos -mirá que soy menor -dale que vos tenés todo Como yo quede petrificada y por lo tanto completamente inhablilitada para razonar, el muchacho terminó desistiendo, dando muestras de justificado fastidio.
Para darse cuenta como debería una reaccionar ante un asalto, antes que nada debe ubicarse en la escala social de la naturaleza. Observemos a los animalitos. Una leona nunca permitiría que le robaran su presa; por el contrario, un ciervito abandonaría su presa y escaparía velozmente. No es difícil llegar a la conclusión de que todas somos ciervitas a la hora de ser asaltadas, por lo tanto se trata de escapar de la situación con vida.
12 comentarios:
Y qué era lo que pensaba hacer?
A mí me asaltaron un montón de veces en la imaginación; todavía no sé como reaccionaré cuando me asalten en realidad. Capaz que me pasa lo mismo que a ud.
Una vez me asaltaron de mentira y pude ver con claridad como le crecía la nariz al ladrón.
Hacer las cosas al revés de lo que se piensa es muy complicado, pero lo hacemos más a menudo de lo que querríamos porque no nos queda otra. Y lo peor es que la mayoría de las veces no nos damos cuenta.
Lo que pensaba era hacer todo al revés, cuando me asaltaran de verdad.
Hace poco trataron de asaltarme mediante un método de razonamiento persuasivo.
El muchacho me dijo:
-no me obligues a arrancarte la cartera
-vas a perder todos los documentos
-mirá que soy menor
-dale que vos tenés todo
Como yo quede petrificada y por lo tanto completamente inhablilitada para razonar, el muchacho terminó desistiendo, dando muestras de justificado fastidio.
Cuando te asaltan no te da tiempo de hacer nada.
Quien no haya sido asaltado alguna vez, no merece ser llamado ciudadano.
Yo pago para que me asalten.
Pago puntualmente los impuestos.
Para darse cuenta como debería una reaccionar ante un asalto, antes que nada debe ubicarse en la escala social de la naturaleza. Observemos a los animalitos. Una leona nunca permitiría que le robaran su presa; por el contrario, un ciervito abandonaría su presa y escaparía velozmente.
No es difícil llegar a la conclusión de que todas somos ciervitas a la hora de ser asaltadas, por lo tanto se trata de escapar de la situación con vida.
Una vez me asaltaron de mentira pero no me devolvieron la plata.
No existe cosa más humillante.
Tranquilo, ya te asaltarán de nuevo y podrás ser más realista.
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