sábado, 7 de noviembre de 2009

Los pactos entre ángeles y hadas

Con obsesiva frecuencia traigo a colación el tema de la mezquindad que caracteriza a los seres humanos y su pertinaz incapacidad para reconocerla en sí mismos.

La incapacidad para aceptar nuestra natural mezquindad se hace extensiva a quienes admiramos, amamos o idealizamos.

El enamoramiento es una enfermedad que genera fuertes dificultades mentales para pensar objetivamente sobre nuestra persona amada.

En las relaciones de pareja suelen influir estos dos elementos presentados (no aceptar la mezquindad propia ni la de quienes estamos enamorados).

Por eso muchos proyectos conyugales naufragan precozmente ya que en temas de dinero, de contribución a los gastos del hogar y de responsabilidades en general, se hacen pactos voluntaristas, llenos de ilusión, de fantasías o bajo los efectos del enamoramiento.

Podemos hacer el esfuerzo por disimular nuestro natural egoísmo, pero —como todo esfuerzo continuado— nos vencerá la fatiga y en algún momento tendremos que aflojar, es decir, abandonar cualquier promesa que haya incluido convertirnos en alguien más generoso de lo que humanamente podemos ser.


Nota: Artículos relacionados: Bueno para nada; ¡Aclaren qué quieren de mí! ; Están «regalando» queso; Algunos se creen genéticamente exitosos.

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13 comentarios:

Cratilo dijo...

Se hace extensiva (como tu dices) porque idolatramos a quienes más se nos parecen.

Narcisismo le llaman algunos.

Florencia dijo...

Se pueden elegir las enfermedades?

Morgana dijo...

¡Yo quiero una estatua así en el tejado de mi casa!

Aurora Blanca dijo...

Supongo que un mezquino se siente mejor si cree que todos son iguales a él, sólo que no pueden reconocerlo.

Norberto dijo...

Nuestro proyecto conyugal naufragó porque decidimos pasar la luna de miel en un velero.

Alcides dijo...

Le dije a mi mujer que no era necesario que ella trabajara, y cuando me quedé sin trabajo, siguió tomándolo al pie de la letra.

Marta dijo...

Vivir es un esfuerzo continuado, pero nos tarda en llegar el cansancio.

Alba dijo...

Se puede virar de la generosidad a la mezquindad con inusitada frecuencia.

Normando dijo...

Los pactos en el matrimonio hay que hacerlos con Escribano Público.

Javier dijo...

Lo que me tortura es que ella sea tan generosa con NUESTRO patrimonio!

Yoel dijo...

Otra mezquindad difícil de reconocer para sus seguidores, es la mezquindad del caudillo.

Matémico dijo...

Moraleja: antes de conocer a alguien es correcto presuponer que es un mezquino.

Nuri dijo...

Pactos como la gente son los que hacen los demonios