martes, 25 de noviembre de 2008

Significante Nº 245

¡No soporto más el colegio! ¿Sigues teniendo aquel libro sobre explosivos?

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Adoro las explosiones. Me compraría un CD todo lleno y lo pondría a todo volumen en mi compu.

Anónimo dijo...

Tirada en la cama y con la cabeza llena de imaginarios cartuchos de dinamita, los voy distribuyendo a lo largo y ancho de la ciudad y luego con un control remoto desde varios quilómetros de distancia ¡Bummm! ¡Ah: soy otra!¡Qué felicidad cuando regrese!

Anónimo dijo...

El fuego, la pólvora, la bomba atómica, las grandes inundaciones, los vientos huracanados: Amo todo lo que limpia en grande.

Anónimo dijo...

Yo prefiero solucionar los problemas desapareciendo, desvaneciendome en el aire, no dejando ni rastros.

Anónimo dijo...

En la web encontré un sitio donde explicaba todo lo necesario para fabricar una bomba casera. Le perdí la pista pero en Internet hay de todo.

Anónimo dijo...

No fue el Che Guevara quien escribió un manual para hacer bombas caseras? ¡Grande Pa!!!

Anónimo dijo...

A mí también a veces me vienen ganas de limpiar las calles y caminar por ellas en silencio, sabiendo que sólo voy a encontrar seres queridos.

Anónimo dijo...

Hay sólo un día magnífico para las explosiones: el 31/12. Todos los otros días son insoportables.

Anónimo dijo...

El libro sobre explosivos se fue en la última explosión.

Anónimo dijo...

A veces una amenaza de bomba afloja las tensiones

Anónimo dijo...

Me gustaría explotarme, remezclar los pedacitos, y ver si me rearmo mejor.

Anónimo dijo...

En una buena explosión tiene que haber mucho humo y un ruido ensordecedor. Las dos cosas son complementarias, por separado no van. Las bombas brasileras son puro ruido pero el humo, te lo debo!

Anónimo dijo...

Todavía falta, pero algún día voy a implosionar.

Anónimo dijo...

_¿Quién te dijo que iba a atar la bomba a mi cintura?!
_ No sé, perdoná, es que como comprás toda tu ropa en Compañía de Oriente...