domingo, 16 de noviembre de 2008

Monerías científicas

Quien estudia el pensamiento humano, puede interesarse sobre cómo funcionaba la psiquis de un cierto autor, puede averiguar qué ideas aportó éste en la rama de su especialidad, puede analizarse a sí mismo a la luz de esa teoría y también puede buscar cómo el aporte del referido autor sirve para mejorar la calidad de vida propia y ajena.

¿Para qué sirven las ocurrencias que tienen o tuvieron los grandes pensadores?

La utilidad que parece más importante es la de aumentar la calidad de vida de las personas. Sin embargo una mayoría de estudiosos aplica la mayor cantidad de energía tratando de averiguar cómo el "genio" llegó al descubrimiento, indagando, por ejemplo, cómo fue evolucionando su pensamiento, qué lecturas hizo, con quienes tomó cursos, etc.

Un ejemplo: lo más interesante de una aspiradora es quitar el polvo de nuestras casas, pero no debería interesarnos cómo hizo quien la inventó, ni qué experimentos realizó, ni cómo se inspiró o cómo se las ingenió para vender la primera. De modo similar, lo bueno del psicoanálisis es saber quiénes somos para poder amarnos tal como somos y no tal como nos imaginamos que somos o como desearíamos ser o como alguien nos dijo que deberíamos ser.

Cómo hizo Freud para descubrir esta herramienta (el psicoanálisis) es tan poco importante como la historia íntima del inventor de la aspiradora.

Nuestro primer método de aprendizaje es la imitación. De ahí que después la sigamos utilizando aunque ya no estemos en edad para hacerlo. Muchos respetables estudiosos se afanan por descubrir cómo fue que su ídolo hizo para obtener eso que a ellos también les gustaría lograr. Tratan de copiar la vida de los genios en lugar de comprender sus producciones intelectuales.

●●●

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy psicólogo y no existe otra forma de entender a Freud, Melanie Klein y otros si no es estudiando la evolución de su pensamiento.

Anónimo dijo...

Es un tanto agresiva su posición. ¿Admite que pueda estar equivocado o tampoco eso?

Anónimo dijo...

Es mejor estudiar a los autores que a uno mismo. La mayoría de los psicólogos que conozco alegan escasez de recursos económicos para encarar su propia terapia.

No me gusta cómo ud se está expresando de nosotros, pero también reconozco que tiene un poco de razón.

Anónimo dijo...

Lo mejor de su texto es cuando dice que el psicoanálisis sirve para saber "como alguien nos dijo que deberíamos ser."

Escapar de este condicionamiento debe ser el mayor logro que alguien pueda alcanzar.

Anónimo dijo...

Tampoco a mí me gusta el tono despectivo de su artículo sin dejar de reconocer que los grandes personajes que tanto admiramos están bastante sobredimensionados por nuestra idolatría y fanatismo. Quizá ud exagera rebajándolos. Valen más de lo que ud dice.

Anónimo dijo...

Cualquier comunidad necesita tener algunos héroes. No sé para qué, pero en todos los países existe algún gran personaje que les hace creer que son el pueblo elegido, o la raza superior o algún disparate por el estilo.

Anónimo dijo...

Los psicoanalistas son religiosos laicos, por eso estudian la vida, pasión, muerte y resurrección de vuestro Señor Segismundo Freud (o el que sea).

Amén

Anónimo dijo...

Yo estoy muy interesada en la vida y obra del inventor de la aspiradora. ¿Conoce algún sitio en Internet donde pueda encontrar abundante información gratis sobre él? En Wikipedia ya busqué y no hay nada. ¡Qué raro!

jijiji

Anónimo dijo...

En todas las épocas han existido, o los hombres han inventado, Dioses y Genios. ¿Estaran tan equivocados, o los Dioses y Genios viven dentro del Ser Humano?

Anónimo dijo...

Necesito idolatrar y como ya comprobé que está mal visto que lo haga conmigo mismo, he optado elegir a algún otro.

Anónimo dijo...

Me interesa la vida de los grandes hombres para descubrir que no son grandes.

Anónimo dijo...

Quién sabe cuántos son los genios anónimos que sustentarán la aparición del próximo genio con apellido.

Anónimo dijo...

Lo más interesante de una aspiradora es tenerla.

Anónimo dijo...

Las idolatrías surgen ante la conciencia desesperada de nuestra propia nimiedad.

Anónimo dijo...

Veo que frecuentemente los intelectuales tienen como principal objetivo regodearse en su saber. Mejorar la calidad de vida propia no saben como hacerlo y mucho menos la del prójimo.

Anónimo dijo...

Nunca podría amarme tal cual soy.

Anónimo dijo...

Bienvenidos sean todos aquellos que perfeccionen la herramienta!