miércoles, 12 de noviembre de 2008

Significante Nº 236

La profesora de literatura insiste con las faltas de ortografía. ¿No tendrá nada mejor que hacer?

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya hay gente trabajando para terminar con la estupidez esta de obligar a que las palabras se escriban de una única manera.

Anónimo dijo...

A mi no me gustan cuando alguien se equivoca y me llama con otro nombre, y siento algo parecido por la palabras. Hacer sin H me molesta tanto como si me dijeran Ricardo.

Anónimo dijo...

La profe de literatura posee las mejores piernas de toda mi vida estudiantil. Va mi humilde reconocimiento desde esta concurrida tribuna.

Anónimo dijo...

Las profesoras de literatura y de canto las eligen por lo imbéciles y a las de inglés por lo inteligentes.

Anónimo dijo...

Me fastidia un montón que alguien se fije en cómo escribo en lugar de observar lo que digo. Son personas que le dan más importancia al envase que al contenido.

Anónimo dijo...

Tuve que mejorar mi ortografía porque me habían condenado a repetir un año tras otro. Como siempre, ganó la eterna violencia. ¡Qué ejemplo!

Anónimo dijo...

Los centros de enseñanza están para que la gente libre aprenda a ser esclava.

Anónimo dijo...

Tener muchas faltas de ortografía es como andar con carné de pobre o sin dientes. En el mundo en que vivimos, la verdad, no conviene.

Anónimo dijo...

A ella le interesa todo lo que comienza con el prefijo orto. Cree mucho en la suerte.

Anónimo dijo...

Descubrir faltas de ortografía en el otro es una manera fácil y tonta de sentirse superior.

Anónimo dijo...

A ella no le da como para proponer una simplificación del idioma.

Anónimo dijo...

Mi profe de literatura insiste con mis faltas a clase. Tendré que recursar. En cuanto a las otras faltas, ya está resignada.

Anónimo dijo...

Es realmente muy valioso si alguien que está sufriendo es capaz de amar.

Anónimo dijo...

Es imposible olvidar a quien dio todo por defendernos.

Anónimo dijo...

¡Qué difícil es reconocer las conductas automáticas!