A mi intestino no le doy demasiada bolilla, aunque cuando empiezan a pasar los días y me doy cuenta de que no fui de vientre, empiezo a preocuparme. En cuanto a lo otro, si él no hace lo que tiene que hacer, siempre hay algún otro que puede hacerte el favor.
Los maridos demoran cuando se van a la guerra y el intestino demora cuando no tiene demasiado que desechar. Y las mujeres solemos ser bastante pacientes.
11 comentarios:
Perdoooon!!! Eso mismo que desequilibra a la mujer también desequilibra al hombre.
Cierto Gloria. Que mi mujer no haga lo que tiene que hacer en tiempo y forma me desespera. Y lo otro ni hablemos.
A mi intestino no le doy demasiada bolilla, aunque cuando empiezan a pasar los días y me doy cuenta de que no fui de vientre, empiezo a preocuparme. En cuanto a lo otro, si él no hace lo que tiene que hacer, siempre hay algún otro que puede hacerte el favor.
A mí simplemente me desequilibran los tacos altos.
Sentir que uno anda en la cuerda floja no es nada agradable. Y pensar que a otros les gusta tanto!
Sí Roque, yo especialmente no entiendo a los que siempre están a punto de que les corten el crédito, la luz o el teléfono.
Cuando tu intestino y su marido hacen las cosas bien, una siempre encuentra algo para estar desconforme.
A veces lo hacen en tiempo pero no en forma. Eso también molesta mucho.
A mí me desequilibran muchas más cosas además de esas dos. Qué terrible!
Los maridos demoran cuando se van a la guerra y el intestino demora cuando no tiene demasiado que desechar.
Y las mujeres solemos ser bastante pacientes.
Si el intestino demora, cuando llega el momento es bastante desagradable. Cuando el marido demora, en general está buenísimo!!!
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