domingo, 5 de agosto de 2012

Formas actuales de esclavitud



El casamiento, el trabajo en relación de dependencia y el enrolamiento para ir a la guerra, se parecen.

La psicología colectiva no es igual a la psicología individual multiplicada por la cantidad de integrantes del colectivo. Es algo esencialmente diferente.

Donde la diferencia me parece más dramática es en la actitud frente a la muerte.

No es fácil entender desde la introspección (reflexión), cómo puede ser que seres humanos, como usted y como yo, se enrolen para ir a la guerra, se pongan muy tristes si algún impedimento físico entorpece esa participación, o, en calidad de padres, nos sintamos defraudados si nuestro hijo hace intentos para evadir esa responsabilidad.

¿Cómo fue que esos individuos llegaron a tener esa forma de pensar y de sentir?

Apenas puedo sugerir algunas ideas que quizá le sirvan tanto como a mí.

La esclavitud es un fenómeno social, que no solamente tiene milenios de antigüedad sino que aún está vigente. Lo que han cambiado han sido las formas en como se presentan, pero la pérdida de libertad provocada por otros seres humanos, parece no tener fin.

Es posible pensar también que los humanos nos organizamos contando con la pérdida de libertad de una mayoría, que esta situación es inconscientemente satisfactoria para todos, aunque acostumbramos quejarnos de ella y hacer exhibiciones de resistencia como si quisiéramos cambiar algo, pero tratando de que nada cambie, excepto en las formas pero nunca en la esencia.

Trabajar en forma subordinada es una especie de esclavitud, pero también lo es contraer matrimonio y funcionar como si ambos cónyuges se pertenecieran mutuamente, al punto de recriminarse cualquier acto de infidelidad.

El cuerpo de cada uno pertenece al otro (como si fuera un esclavo con su amo) y esto lo celebramos con festejos... como si fuéramos admitidos para ir a la guerra.

12 comentarios:

Luis dijo...

La forma en que nos organizamos es a partir de la falta de libertad. No hay libertad para una minoría.

Adrián dijo...

No deseamos libertad. Nos pueden dejar la puerta abierta pero igual no salimos.

José dijo...

Deben ser muy pocos los que no trabajan de forma subordinada.

Raquel dijo...

Ser libre es el lugar más solo del mundo.

Adrián dijo...

Las razones que le ponemos a la guerra son puro adorno.

Hugo dijo...

Parece que necesitamos una cadena de mando para no soltarnos.

Sofía dijo...

A los niños les gusta jugar a la guerra. Poner en juego la vida nos da más vida.

Óscar dijo...

no podemos ser libres porque necesitamos organizarnos y mantener una organización.

Julián dijo...

Los colectivos generan una fuerza que arrastra y supera a la razón.

Anónimo dijo...

Hay algo sensual entre el dominar o ser dominado.

Lorenzo dijo...

De la guerra me gusta la camaraderia, pero nunca estuve en ninguna.

Milagros dijo...

Los sicologos son malos jefes, no saben nada de grupos. Conozco a dos y se lo que digo.