jueves, 2 de agosto de 2012

Significante Nº 1.258

La ola delictiva no bajaba porque algunos presos sabían que leyendo buenas novelas podían evadirse.

12 comentarios:

Carolina dijo...

JAJJAJAAJA!!!! Buenísimo Doc.

Graciana dijo...

La ola delictiva no bajaba porque las mareas tenían a los policías mariados.

Chapita dijo...

Leyendo una novela fue que salí de Uruguay y viajé a Colombia, me hice amigo de Pablo Escobar y él terminó por sacarme de la cárcel.

Diana dijo...

Cuando venía la requisa, te sacaban todos los libros. Entonces sobrevenía el problema de la súper-población carcelaria.

Roque dijo...

Prefiero evadirme con Tinelli. Por lo menos hasta que cambie mis anteojos.

Arturo dijo...

Soy un preso que no logra evadirse con la lectura. Mas bien lo que me pasa cuando leo es que me voy. Pero no hacia otro lado. Me voy hacia dentro.

Tiago dijo...

La ola delictiva no bajaba porque los presos querían hacer surf y se las ingeniaban para mantener la ola al máximo!!!

Joaquín dijo...

Cuando leés una mala novela, en lugar de evadirte te dormís. Los demás se van y vos te quedás solo como un bobo.

Blanca dijo...

Pena que la mayoría de los presos no conocen ese secreto. Si de verdad pudiesen evadirse leyendo, no caerían en cana.

Marcia dijo...

Yo me evado con cuentos cortos. No me gusta esperar para escaparme.

Celeste dijo...

En cambio a mí me gusta evadirme con poemas. Me gusta irme a tierras secretas. Esos lugares desconocidos que son como islitas perdidas en el medio del océano.

Nicolás dijo...

La ola delictiva te arrastra. Hay que aferrarse a algún libro para poderse escapar después.