Textos pequeños pero concentrados.
JAJJAJAAJA!!!! Buenísimo Doc.
La ola delictiva no bajaba porque las mareas tenían a los policías mariados.
Leyendo una novela fue que salí de Uruguay y viajé a Colombia, me hice amigo de Pablo Escobar y él terminó por sacarme de la cárcel.
Cuando venía la requisa, te sacaban todos los libros. Entonces sobrevenía el problema de la súper-población carcelaria.
Prefiero evadirme con Tinelli. Por lo menos hasta que cambie mis anteojos.
Soy un preso que no logra evadirse con la lectura. Mas bien lo que me pasa cuando leo es que me voy. Pero no hacia otro lado. Me voy hacia dentro.
La ola delictiva no bajaba porque los presos querían hacer surf y se las ingeniaban para mantener la ola al máximo!!!
Cuando leés una mala novela, en lugar de evadirte te dormís. Los demás se van y vos te quedás solo como un bobo.
Pena que la mayoría de los presos no conocen ese secreto. Si de verdad pudiesen evadirse leyendo, no caerían en cana.
Yo me evado con cuentos cortos. No me gusta esperar para escaparme.
En cambio a mí me gusta evadirme con poemas. Me gusta irme a tierras secretas. Esos lugares desconocidos que son como islitas perdidas en el medio del océano.
La ola delictiva te arrastra. Hay que aferrarse a algún libro para poderse escapar después.
Publicar un comentario
12 comentarios:
JAJJAJAAJA!!!! Buenísimo Doc.
La ola delictiva no bajaba porque las mareas tenían a los policías mariados.
Leyendo una novela fue que salí de Uruguay y viajé a Colombia, me hice amigo de Pablo Escobar y él terminó por sacarme de la cárcel.
Cuando venía la requisa, te sacaban todos los libros. Entonces sobrevenía el problema de la súper-población carcelaria.
Prefiero evadirme con Tinelli. Por lo menos hasta que cambie mis anteojos.
Soy un preso que no logra evadirse con la lectura. Mas bien lo que me pasa cuando leo es que me voy. Pero no hacia otro lado. Me voy hacia dentro.
La ola delictiva no bajaba porque los presos querían hacer surf y se las ingeniaban para mantener la ola al máximo!!!
Cuando leés una mala novela, en lugar de evadirte te dormís. Los demás se van y vos te quedás solo como un bobo.
Pena que la mayoría de los presos no conocen ese secreto. Si de verdad pudiesen evadirse leyendo, no caerían en cana.
Yo me evado con cuentos cortos. No me gusta esperar para escaparme.
En cambio a mí me gusta evadirme con poemas. Me gusta irme a tierras secretas. Esos lugares desconocidos que son como islitas perdidas en el medio del océano.
La ola delictiva te arrastra. Hay que aferrarse a algún libro para poderse escapar después.
Publicar un comentario