El casamiento, el trabajo en relación de dependencia y el
enrolamiento para ir a la guerra, se parecen.
La psicología colectiva no es igual a la
psicología individual multiplicada por la cantidad de integrantes del
colectivo. Es algo esencialmente diferente.
Donde la diferencia me parece más dramática es
en la actitud frente a la muerte.
No es fácil entender desde la introspección
(reflexión), cómo puede ser que seres humanos, como usted y como yo, se enrolen
para ir a la guerra, se pongan muy tristes si algún impedimento físico
entorpece esa participación, o, en calidad de padres, nos sintamos defraudados
si nuestro hijo hace intentos para evadir esa responsabilidad.
¿Cómo fue que esos individuos llegaron a tener
esa forma de pensar y de sentir?
Apenas puedo sugerir algunas ideas que quizá
le sirvan tanto como a mí.
La esclavitud es un fenómeno social, que no
solamente tiene milenios de antigüedad sino que aún está vigente. Lo que han
cambiado han sido las formas en como se presentan, pero la pérdida de libertad
provocada por otros seres humanos, parece no tener fin.
Es posible pensar también que los humanos nos
organizamos contando con la pérdida de libertad de una mayoría, que esta
situación es inconscientemente satisfactoria para todos, aunque acostumbramos
quejarnos de ella y hacer exhibiciones de resistencia como si quisiéramos
cambiar algo, pero tratando de que nada cambie, excepto en las formas pero
nunca en la esencia.
Trabajar en forma subordinada es una especie
de esclavitud, pero también lo es contraer matrimonio y funcionar como si ambos
cónyuges se pertenecieran mutuamente, al punto de recriminarse cualquier acto
de infidelidad.
El cuerpo de cada uno pertenece al otro (como
si fuera un esclavo con su amo) y esto lo celebramos con festejos... como si
fuéramos admitidos para ir a la guerra.
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12 comentarios:
La forma en que nos organizamos es a partir de la falta de libertad. No hay libertad para una minoría.
No deseamos libertad. Nos pueden dejar la puerta abierta pero igual no salimos.
Deben ser muy pocos los que no trabajan de forma subordinada.
Ser libre es el lugar más solo del mundo.
Las razones que le ponemos a la guerra son puro adorno.
Parece que necesitamos una cadena de mando para no soltarnos.
A los niños les gusta jugar a la guerra. Poner en juego la vida nos da más vida.
no podemos ser libres porque necesitamos organizarnos y mantener una organización.
Los colectivos generan una fuerza que arrastra y supera a la razón.
Hay algo sensual entre el dominar o ser dominado.
De la guerra me gusta la camaraderia, pero nunca estuve en ninguna.
Los sicologos son malos jefes, no saben nada de grupos. Conozco a dos y se lo que digo.
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