Estoy con los auriculares escuchando música, y el sonido de una amoladora, me hizo creer que del lado izquierdo sonaba un instrumento desconocido para mí. Eso me cautivó por un instante, pero cuando descubrí la realidad no me amargué, sonreí, nada mas.
Mi tía abuela preparaba una mermelada de naranja, entre dulce y amarga, que a mí me encantaba. Recuerdo que una vez le dije: "qué raro una mermelada amarga". Y la tía me contestó: "son sabores propios de la vida".
Dale Damián! Tía filósofa tenés también. Para los que no saben, este flaco está llenos de familiares ilustres. Estoy seguro que es todo paco. Pero bueno, si al él lo hace feliz..
12 comentarios:
Creemos en el dulce dios porque estamos sometidos a la amarga amenaza de la muerte.
Qué cosas creativas que se le ocurren, Doc!
Se le pasó la mano con la mermelada!
... Claro, debía estar tan amargado como yo.
El fuego que cocina las verdades amargas, procura liberarlas de gérmenes. Pero igual las verdades amargas hacen mal.
Estoy con los auriculares escuchando música, y el sonido de una amoladora, me hizo creer que del lado izquierdo sonaba un instrumento desconocido para mí. Eso me cautivó por un instante, pero cuando descubrí la realidad no me amargué, sonreí, nada mas.
Mi tía abuela preparaba una mermelada de naranja, entre dulce y amarga, que a mí me encantaba. Recuerdo que una vez le dije: "qué raro una mermelada amarga". Y la tía me contestó: "son sabores propios de la vida".
Dale Damián! Tía filósofa tenés también.
Para los que no saben, este flaco está llenos de familiares ilustres. Estoy seguro que es todo paco. Pero bueno, si al él lo hace feliz..
Creo que voy a tener suerte en los juegos de azar, porque la amarga realidad es que si no es por casualidad, no me va a ir bien nunca.
Qué bajón! Piensen lo que dijo Serrat: "nunca es triste la verdad".
Sí Paty, pero después agregó: "lo que no tiene es remedio".
Sobre todo la mermelada de membrillo.
Por el contrario, las verdades dulces, nos nutren de optimismo.
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