Vivir es viajar del nacimiento a la muerte y contratar una excursión permite soñar con que el viaje vital también tiene retorno.
12 comentarios:
Ulises
dijo...
Cuando retorno de un viaje siempre estoy muy cansado. Entonces duermo y por regla general sueño con aspectos relacionados al viaje. Por eso, en cierto modo, vuelvo a viajar. Así es por unos cuantos días. Durante ese tiempo lo que más deseo es quedarme en casa.
Ay! dejesé de jorobar, que cuando mi hija salió de excursión como regalo de quince, se quedaron sin plata y tuvimos que sacar un préstamo para que pudieran volver.
Cuando la excursión se va acercando al sitio 'muerte', la gente como que comienza a sospechar e inventa escusas para pegarse la vuelta. Es entendible. Yo en un caso así, hasta diría que extraño mucho a mi madre.
12 comentarios:
Cuando retorno de un viaje siempre estoy muy cansado. Entonces duermo y por regla general sueño con aspectos relacionados al viaje. Por eso, en cierto modo, vuelvo a viajar. Así es por unos cuantos días. Durante ese tiempo lo que más deseo es quedarme en casa.
Ay! dejesé de jorobar, que cuando mi hija salió de excursión como regalo de quince, se quedaron sin plata y tuvimos que sacar un préstamo para que pudieran volver.
Sólo espero que mi viaje vital no tenga retorno a la primera infancia.
Cuando la excursión se va acercando al sitio 'muerte', la gente como que comienza a sospechar e inventa escusas para pegarse la vuelta. Es entendible. Yo en un caso así, hasta diría que extraño mucho a mi madre.
La primera parte del viaje y la última, se parecen bastante: uno va en coche.
Nunca se retorna igual, ni al mismo sitio. A veces hasta da para preguntarse para qué volvió.
Las cosas están tan difíciles que la gente sólo saca pasaje de vuelta.
Creo que si me quedo quieto, jamás voy a morir.
Y bueno... se vuelve a vivir como nutriente. Qué cosa! Nos falta humildad.
La parte de la adolescencia, puedo hacerla en jet?
La mejor forma de retornar sería reencarnados. Porque si no, nuestros herederos nos mirarían con un poco de odio.
La azafata era una amarga. En pleno viaje de retorno nos advirtió una y mil veces que los problemas retornarían con nosotros.
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