Textos pequeños pero concentrados.
JA,JA,! Claro, a partir de ahí había que saber el futuro. Nada de seguirlo adivinando.
Conocí un meteorólogo, que pronosticaba altas temperaturas en pleno invierno, lluvias en tiempos de sequía, viento norte cuando se venía el viento sur. Después me enteré que necesitaba cobrar el despido.
Esa tormenta de la tarde está entusiasmada con el martes.
Yo creo que las academias de meteorología se deben de haber vaciado de estudiantes.
Cuando el maldito tiranoimpuso la penatodos penaron.Penó él pene yo.Mi pena-ay! penita sin tilde-nunca más me visitó.
Un viento frío y altorefrescó mi tormentapero igual le seguí dandocomo si no me diera cuenta.
Lo que sucede es que los estudiantes siempre son reveldes.
Ese que llaman Dios, fue el tirano que nos impuso la pena de muerte a todos.
El hombre no es capaz de comprender los designios de Dios.
Para conocer el futuro alcanza con viajar a mayor velocidad.
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10 comentarios:
JA,JA,! Claro, a partir de ahí había que saber el futuro. Nada de seguirlo adivinando.
Conocí un meteorólogo, que pronosticaba altas temperaturas en pleno invierno, lluvias en tiempos de sequía, viento norte cuando se venía el viento sur.
Después me enteré que necesitaba cobrar el despido.
Esa tormenta de la tarde está entusiasmada con el martes.
Yo creo que las academias de meteorología se deben de haber vaciado de estudiantes.
Cuando el maldito tirano
impuso la pena
todos penaron.
Penó él
pene yo.
Mi pena
-ay! penita sin tilde-
nunca más me visitó.
Un viento frío y alto
refrescó mi tormenta
pero igual le seguí dando
como si no me diera cuenta.
Lo que sucede es que los estudiantes siempre son reveldes.
Ese que llaman Dios, fue el tirano que nos impuso la pena de muerte a todos.
El hombre no es capaz de comprender los designios de Dios.
Para conocer el futuro alcanza con viajar a mayor velocidad.
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