Lo que mantiene la literatura desde tiempos inmemoriales no son los lectores sino las coincidencias que inventan los autores para sorprendernos. miércoles, 24 de agosto de 2011
Significante Nº 1.000
Lo que mantiene la literatura desde tiempos inmemoriales no son los lectores sino las coincidencias que inventan los autores para sorprendernos. 
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13 comentarios:
Entonces debo suponer que quienes mantienen viva la literatura son los escritores que logran capturar el interés de los lectores.
Me parece que la lamparita que se le prendió es de bajo consumo.
Mientras exista una editorial hermosa,
siempre habrá lectura.
Llegó al significante 1000, Doc! Y qué bonito cartel!
Se da cuenta... ya van 1000 veces que estamos juntos (aunque antes no me animaba a escribirle).
Algunos escritores saben todo lo que te pasa y lo escriben en los libros.
El problema de los baches era tan terrible, que un famoso escritor lugareño tuvo que escribir una novela donde un pueblo entero era tragado por un pozo.
Pero ya sabe como es. Los gobernantes son insensibles.
No. Las que mantienen viva la literatura son las maestras que le enseñan a leer a las nuevas generaciones.
El negocio editorial se mantiene gracias al marketing.
La literatura se mantiene porque hay gente que escribe. Vaya a saber uno si alguien lee.
La literatura se mantiene porque con lo que se escribe se pueden hacer libros, que luego se pueden vender, se pueden regalar, pueden servir para armar las bibliografías de los programas de estudios, pueden adornar una biblioteca, pueden servir para poner más alto el televisor, o para decir "confieso que he leído", para discutir lo que dice en un libro, contra lo que dice en otro libro, para leer la contratapa y darse lustre, etc, etc.
No estaría demás que todos aprendiéramos el alfabeto Braille. Perfectamente puede suceder que un arma química nos deje ciegos a todos.
Los que escriben más coincidencias son los escritores de libros de mecánica. Vos mirás el motor y es igualito a como dicen.
Justo coincidió que me puse de novia con el padre del novio de mi madre.
Es sólo cuestión de encontrar a alguien que escriba la historia y arreglar el porcentaje.
Si nuestra población sigue envejeciendo, no va a haber forma de sorprender a los lectores con nada.
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