Ya lo dice el refrán: «Una golondrina no hace verano. En realidad no hace casi nada, ¡pobre!».
viernes, 30 de julio de 2010
Significante Nº 708
Ya lo dice el refrán: «Una golondrina no hace verano. En realidad no hace casi nada, ¡pobre!».
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8 comentarios:
Para empezar, las golondrinas hacen largos viajes, y sólo a fuerza de sus propios músculos.
Lo mejor es que las golondrinas cuelgan los nidos de un balcón y después, a ese balcón, no vuelven más.
No somos golondrinas para saber si son o no son pobres. Por lo pronto los capitales golondrina no lo son.
Es cierto; hace primavera.
El verano lo hacen las vacaciones, la temperatura, las playas, los ríos, los océanos, la nieve derritiéndose, las fiestas, el trabajo con o sin aire acondicionado, las quemaduras provocadas por el sol, la nieve que ya no tapa la puerta de la cochera, las bufandas y los gorros de lana al fondo del ropero, los gorritos con bisera, la intimidad de los cuerpos al desnudo, las puestas de sol con aplausos, los teatros cerrados, las heladerías abiertas, los niños con diarrea, los escotes suculentos, los jeans apretados, las dietas de último momento, el ruido del nylon debajo del jogging, los regalos de compromiso, la desesperación de qué hacer con los nenes! los mosquitos, las carpas, las lluvias fugaces, los cambios de temperatura, los asados, los festivales de música, el carnaval, las ramblas, la arena sucia y la arena limpia, los tamarices, los muelles, la abundancia de pescadores amateur, y los que protestan porque hace mucho calor.
Si la golondrina hablara ud tendría serios problemas.
Las golondrinas viven unos cinco años, así que pueden volver cada año al lugar donde estuvieron. No hay que ser ni tan trágico como Bécker, ni tan optimista como el exterminador de plagas ese que dice llamarse Gustavo.
Justamente. No hace casi nada porque es verano.
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