domingo, 25 de julio de 2010

Los ricos nos administran

«La riqueza de la que dispone el rico, no es suya, sino que Dios la ha puesto en sus manos para que la reparta entre los pobres».

Este pensamiento sólo se sostiene con una creencia religiosa.

El dinero del que dispone el banco, no es del banco, sino que los depositantes lo han puesto en sus manos para que lo devuelva cuando se lo reclamen.

Este pensamiento se sostiene tanto con una creencia religiosa como con una laica.

Algunos religiosos piensan que todos somos propietarios del mismo patrimonio, o sea, la riqueza total del planeta dividida por la cantidad de habitantes (población mundial).

La divinidad que (supuestamente) nos gobierna (Dios), cuenta con la colaboración de varios tesoreros (los ricos), porque Él asume que no todos los humanos saben cómo administrarse.

Con esa línea de pensamiento, esos tesoreros (los ricos), serían los administradores del patrimonio de muchos pobres.

Por este motivo es que, cuando un pobre le pide ayuda material a un rico, no está pidiéndole una limosna, ni una dádiva, ni una contribución excepcional: simplemente le está pidiendo que le dé lo que le debe (que le devuelva) ... como si el pobre fuera en realidad el depositante de un banco.

El instinto de apoderamiento o la territorialidad que caracteriza al animal humano, no debería ser negado como lo hacen ciertas creencias religiosas.

Ignorar de plano estas características tan evidentes, es un mal camino para mejorar nuestra convivencia y bienestar.

Por ahora necesitamos suponer que la propiedad privada es imprescindible para organizar nuestros colectivos.

Todos los vegetales y muchos animales, también son territoriales como nosotros.

En suma: no podemos negar que nos creemos dueños de bienes y personas («mi hijo», «mi cónyuge», etc.), como tampoco podemos negar que algunos creen además, en la existencia de divinidades.

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10 comentarios:

Lorenzo dijo...

Siempre digo que soy un ciudadano del mundo, porque mi territorio es una casa rodante.

Beto dijo...

Por suerte para cuando desaparezca la propiedad privada, yo ya voy a estar muerto.

Alicia dijo...

Hay una enredadera que decididamente se enamoró de mi casa.

Obdulio dijo...

Los que tenemos manos chicas somos menos dadivosos porque tememos perder lo poco que nos cabe.

Margarita dijo...

Los pensamientos que no se sostienen, van a pedir albergue en la casa de las ilusiones.

Evaristo dijo...

Sin embargo quienes pueden adeudar más son los más ricos.

Filisbino dijo...

Si no me equivoco, la única nación que pudo sobrevivir un tiempo sin territorio, fue el Estado de Israel.

López dijo...

Ser propietario de bienes y personas ya es bastante complicado como para andar apoderándose de divinidades.

Fulgencio dijo...

Para ignorar de plano hay que ser muy visionario. Yo, mirando el plano nomás, no me imagino el rancho.

Tatiana dijo...

Sería genial abrir un banco para depósito de deudas!