domingo, 11 de julio de 2010

La homosexualidad económica

En otros artículos (1) he comentado que en la naturaleza existen muy pocos fenómenos básicos pero que, observados por los humanos, parecen muchos porque confundimos parecido con idéntico.

Como los humanos somos parte de esa naturaleza, aún dentro de nuestras propias acciones, existen semejanzas, analogías, que se nos presentan como hechos diversos.

Voy al tema de este artículo.

Actualmente tenemos dos sistemas de organización socioeconómica: el comunismo y el capitalismo.

A grandes rasgos, podemos decir que:

— el comunismo es eficiente haciendo un reparto igualitario de los bienes y servicios disponibles, pero tiene enormes dificultades para optimizar la producción de bienes y servicios a repartir;

— el capitalismo es eficiente optimizando la producción de bienes y servicios pero tiene enormes dificultades para repartirlos con justicia.

Cualquiera que aceptara estas dos grandes nociones, diría: «¡Muy simple! Mezclemos ambos y logremos la mejor producción con el mejor reparto».

Estoy de acuerdo con que eso sería lo ideal, pero parece que no es lo real. De hecho el sistema comunista sólo se aplica en Cuba y el capitalismo en el resto del mundo.

Ahora vuelvo a la primera idea: hacemos cosas análogas aunque nos parecen diferentes y desconectadas entre sí.

Las mujeres son buenas generando (gestación) pero ineficientes repartiendo (aunque les cuesta admitirlo). Los varones somos buenos repartiendo pero incapaces de gestar-producir (no tenemos más remedio que admitirlo).

La analogía es: las mujeres son capitalistas y los hombres somos comunistas.

Para repartir, hay que sacarle a la fuerza a quienes tienen de más y por eso las mujeres (físicamente menos fornidas y —quizá también— menos agresivas, más sensibles, menos crueles), ceden a las presiones y toleran las resistencias, más fácilmente que los varones.

«¡Muy simple! Mezclemos ambos ...» Quizá la mayor tolerancia a la homosexualidad que observamos, sea un intento de mezclar capitalismo y comunismo.

(1) Los agujeros: patrimonio de la humanidad
Los regalos y la fuerza
La presión arterial es ilegal

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11 comentarios:

Jorge dijo...

No entiendo la conclusión final. Qué es lo que se mezclaría en la pareja homosexual?

Tatiana dijo...

Ud dice que como la mezcla de capitalismo y socialismo no da resultado, entonces es que se tolera más la relación homosexual?

Rosa dijo...

Dentro de la familia, las mujeres son buenas repartiendo y produciendo.

CHECHU dijo...

SOY MUJER Y NO SOY CAPITALISTA

Marta dijo...

Los hombres son muy buenos produciendo bienes y servicios.

Chapita dijo...

El Licenciado está dando el mensaje de que la homosexualidad está siendo más tolerada porque se está priorizando la producción sobre la justicia. Eso está claro en la homosexualidad femenina; son dos mujeres que producen. En la homosexualidad masculina (en algunos casos) se elimina uno de los hombres porque pasa a tener un rol predominantemente femenino. Por lo tanto el modelo homosexual, prioriza el paradigama femenino, lo que equivaldría a un afianzamiento del capitalismo.
Lo mismo pasa con la homosexualidad femenina (en algunos casos) se elimina una de las mujeres, la que pasa a tener un rol predominantemente masculino, de este modo se afianza el paradigma masculino y por lo tanto el socialismo.
A fin de cuentas, una cosa o la otra da igual. Esto es un gran entrevero doc, busquemos causas más sencillas.

la gordis dijo...

Si mezclo chocolate y dulce de leche, no hay reparto.

Iris dijo...

Las mujeres somos egoístas y los hombres también. Eso me parece más creíble.

Nolo dijo...

Si lo que queremos es mezclar capitalismo y socialismo, entonces estamos actuando de acuerdo a un modelo heterosexual.

Marcos dijo...

El capitalismo y el socialismo no se mezclan. Son dos formas distintas de consevir al ser humano y a la vida.

Elbio dijo...

El motivo por el que ud afirma que los hombres son buenos repartiendo, alude a la fuerza física, a la capacidad para quitarle al que tiene más. Eso no es reparto, es justa apropiación.