Textos pequeños pero concentrados.
Sí, sí, bien anárquico. Libre de todo orden y lógica.
Lo que convierte al sueño en un relato transmitible en palabras es lo que los psicoanalistas llaman ¨elaboración secundaria¨, elaboración en la que interviene la memoria.
Si fueran relatos de autor anónimo, no podrían usarse en la psicoterapia.
Soy un autor anárquico cuando estoy despierto. Dormido soy un autor como todos los demás.
Me gustaría soñar con los relatos de un autor anárquico que pone una bomba debajo de mi cama y termina con todo esto de una vez por todas.
Facu!!! Llamá a algún 0800, vos no estás bien.
No sé qué me gusta más, si dibujar los sueños o escribirlos.
Los sueños tienen una lógica y un orden, sólo que ambos son muy oscuros...
Los autores anárquicos sueñan prolijo.
Cuando una pareja sueña en la misma cama, dicen que sus sueños se entrelazan y eso los vuelve más compañeros.
Los sueños repetidos dejan de ser anárquicos. Es porque llega un momento que se amoldan al orden de nuestra cabeza.
Los autores anárquicos se llevan muy bien con los sueños.
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12 comentarios:
Sí, sí, bien anárquico. Libre de todo orden y lógica.
Lo que convierte al sueño en un relato transmitible en palabras es lo que los psicoanalistas llaman ¨elaboración secundaria¨, elaboración en la que interviene la memoria.
Si fueran relatos de autor anónimo, no podrían usarse en la psicoterapia.
Soy un autor anárquico cuando estoy despierto. Dormido soy un autor como todos los demás.
Me gustaría soñar con los relatos de un autor anárquico que pone una bomba debajo de mi cama y termina con todo esto de una vez por todas.
Facu!!! Llamá a algún 0800, vos no estás bien.
No sé qué me gusta más, si dibujar los sueños o escribirlos.
Los sueños tienen una lógica y un orden, sólo que ambos son muy oscuros...
Los autores anárquicos sueñan prolijo.
Cuando una pareja sueña en la misma cama, dicen que sus sueños se entrelazan y eso los vuelve más compañeros.
Los sueños repetidos dejan de ser anárquicos. Es porque llega un momento que se amoldan al orden de nuestra cabeza.
Los autores anárquicos se llevan muy bien con los sueños.
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