Como
la memoria recuerda algunas cosas y olvida otras, quien «sabe por experiencia» estudióen un libro al que le faltan hojas.
10 comentarios:
Marcos
dijo...
Claramente es así. Aunque las experiencias en teoría quedarían grabadas. Sin embargo no las recordamos o no las tomamos en cuenta. Volvemos a intentar lo que ya fracasó partiendo de una realidad: la situación ha cambiado y yo también he cambiado.
Mi madre y mi padre se conocieron así: a mamá se le volaron las hojas de un libro y papá salió corriendo a recogérselas. Y metafóricamente puede decirse que luego juntos escribieron un libro; un libro al que seguramente le faltan hojas.
Si existiera un manual de la vida que se pudiera estudiar, yo le juro que me lo aprendería de memoria, lo leería y volvería a leer todas las noches, con tal de no equivocarme.
Supongamos que existe alguien capaz de no perder ninguna hoja de ese libro. En ese caso tampoco tendría demasiadas garantías, porque uno no adquiere experiencia sólo por haber vivido, por conocer situaciones diversas. Además de conocer y vivir, hay que ser capaz de procesar.
10 comentarios:
Claramente es así. Aunque las experiencias en teoría quedarían grabadas. Sin embargo no las recordamos o no las tomamos en cuenta. Volvemos a intentar lo que ya fracasó partiendo de una realidad: la situación ha cambiado y yo también he cambiado.
Las hojas que le faltan al libro son las más significativas.
Al libro siempre le falta el final.
Mi madre y mi padre se conocieron así: a mamá se le volaron las hojas de un libro y papá salió corriendo a recogérselas. Y metafóricamente puede decirse que luego juntos escribieron un libro; un libro al que seguramente le faltan hojas.
Y las hojas que le faltan, Gabriela, probablemente sean las más ilegibles, las más oscuras y dolorosas.
Mi memoria es de olvidar tanto, que estoy acostumbrado a dar por cierto todo lo que me dicen que he olvidado.
Si existiera un manual de la vida que se pudiera estudiar, yo le juro que me lo aprendería de memoria, lo leería y volvería a leer todas las noches, con tal de no equivocarme.
A mí no me preocupa tanto equivocarme, sé que es inevitable. Al que no le guste, que piense en sus propias equivocaciones en lugar de juzgarme.
Llevar un diario ayuda a no olvidar. Pero me da pereza... o no tengo tiempo, no sé.
Supongamos que existe alguien capaz de no perder ninguna hoja de ese libro. En ese caso tampoco tendría demasiadas garantías, porque uno no adquiere experiencia sólo por haber vivido, por conocer situaciones diversas. Además de conocer y vivir, hay que ser capaz de procesar.
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