Textos pequeños pero concentrados.
Ese es un saber prohibido para los obedientes.
El buda de la foto está preparado para morir de risa. Por eso expone la planta del pie izquierdo con alegría.
No alcanza con reír mucho para reencarnar. No alcanza reírse de una broma. La condición es reírse de uno mismo.
Los budistas nunca aclaran nada, sólo te invitan a que te encuentres a ti mismo.
A un muerto de risa se lo reconoce porque muere con los ojos chinitos.
Para morir de risa hay que tener el alma llena.
Quienes mueren de risa, viven risueños.
Para volver a ser carne hay que vivir con el estómago lleno.
No lo aclaran porque el buen alumno lo descubre por si solo.
Los que mueren de risa reencarnan en flores silvestres.
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10 comentarios:
Ese es un saber prohibido para los obedientes.
El buda de la foto está preparado para morir de risa. Por eso expone la planta del pie izquierdo con alegría.
No alcanza con reír mucho para reencarnar. No alcanza reírse de una broma. La condición es reírse de uno mismo.
Los budistas nunca aclaran nada, sólo te invitan a que te encuentres a ti mismo.
A un muerto de risa se lo reconoce porque muere con los ojos chinitos.
Para morir de risa hay que tener el alma llena.
Quienes mueren de risa, viven risueños.
Para volver a ser carne hay que vivir con el estómago lleno.
No lo aclaran porque el buen alumno lo descubre por si solo.
Los que mueren de risa reencarnan en flores silvestres.
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