Tengo la "circunstancia" (no creo que aplique ni "suerte" ni "desgracia") de resultarle confiable a quienes me conocen mucho y a quienes apenas me conocen. No descubrí todavía qué hago para que sientan ganas de contarme sus problemas, pero cuando yo le cuento a alguien un problema, creo que lo que busco es un consejo, una visión distinta a la mía, por eso generalmente hago lo mismo, creo que no es de soberbia. De hecho siempre aclaro que uno solo puede dar buenos consejos cuando no es el protagonista de la situación en cuestión. La mayor parte de las veces, la persona discrepa, defiende su postura o incluso se enoja. Sigo sin entender esa dinámica, cuando yo demando un consejo, implícita o explícitamente, lo escucho, no lo discuto (aunque no lo entienda o comparta) y trato de retenerlo para analizarlo y ver si puedo aplicarlo o no.
Me sirvió este post en esta noche de insomnio... hice un raconto de las últimas veces que busqué consejo y llegué a la conclusión de que casi siempre me motiva el deseo de que el otro me diga lo mismo que pienso yo (cosa que pocas veces pasa). Igual repito: no lo discuto, intento mirarlo de esa manera, a veces lo consigo y otras no. Pero insisto: uno no dona consejos porque sí, lo hace a demanda.
10 comentarios:
Son unos sobervios, se creen más sabios e inteligentes que los demás.
En general son personas que se sienten demasiado seguras de todo.
Los que dicen tenerla tan clara es porque no ven los matices de las cosas. Todo les parece o blanco o negro.
Las personas así van para adelante, son muy activas y seguras de si mismas. A veces incluso ocupan lugares de liderazgo.
Para mí que están desbordados de angustia y por eso se ponen la máscara de ¨la tengo clara¨.
Maravillosa las ganas de pegarles que te dejan, y te tenés que morder los puños.
Mi vieja es así, y por más que sea mi madre no se lo puedo tolerar. O capaz que por eso, por ser quien es, se me hace tan difícil bancarlo.
Si tienen tanta necesidad de donar, mejor que donen sangre, órganos, dinero, en fin, hay tanta cosa útil que se puede donar...
Tengo la "circunstancia" (no creo que aplique ni "suerte" ni "desgracia") de resultarle confiable a quienes me conocen mucho y a quienes apenas me conocen. No descubrí todavía qué hago para que sientan ganas de contarme sus problemas, pero cuando yo le cuento a alguien un problema, creo que lo que busco es un consejo, una visión distinta a la mía, por eso generalmente hago lo mismo, creo que no es de soberbia. De hecho siempre aclaro que uno solo puede dar buenos consejos cuando no es el protagonista de la situación en cuestión. La mayor parte de las veces, la persona discrepa, defiende su postura o incluso se enoja. Sigo sin entender esa dinámica, cuando yo demando un consejo, implícita o explícitamente, lo escucho, no lo discuto (aunque no lo entienda o comparta) y trato de retenerlo para analizarlo y ver si puedo aplicarlo o no.
Me sirvió este post en esta noche de insomnio... hice un raconto de las últimas veces que busqué consejo y llegué a la conclusión de que casi siempre me motiva el deseo de que el otro me diga lo mismo que pienso yo (cosa que pocas veces pasa). Igual repito: no lo discuto, intento mirarlo de esa manera, a veces lo consigo y otras no. Pero insisto: uno no dona consejos porque sí, lo hace a demanda.
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