jueves, 29 de marzo de 2012

Significante Nº 1.150

Los donantes de consejos lo hacen por desborde, es decir, desbordan sabiduría, amor, tolerancia, ... Según ellos mismos, ¡son maravillosos!

10 comentarios:

Martín dijo...

Son unos sobervios, se creen más sabios e inteligentes que los demás.

Margarita dijo...

En general son personas que se sienten demasiado seguras de todo.

Silvia dijo...

Los que dicen tenerla tan clara es porque no ven los matices de las cosas. Todo les parece o blanco o negro.

Marta dijo...

Las personas así van para adelante, son muy activas y seguras de si mismas. A veces incluso ocupan lugares de liderazgo.

Damián dijo...

Para mí que están desbordados de angustia y por eso se ponen la máscara de ¨la tengo clara¨.

Pablo dijo...

Maravillosa las ganas de pegarles que te dejan, y te tenés que morder los puños.

Andrés dijo...

Mi vieja es así, y por más que sea mi madre no se lo puedo tolerar. O capaz que por eso, por ser quien es, se me hace tan difícil bancarlo.

Luján dijo...

Si tienen tanta necesidad de donar, mejor que donen sangre, órganos, dinero, en fin, hay tanta cosa útil que se puede donar...

pao dijo...

Tengo la "circunstancia" (no creo que aplique ni "suerte" ni "desgracia") de resultarle confiable a quienes me conocen mucho y a quienes apenas me conocen. No descubrí todavía qué hago para que sientan ganas de contarme sus problemas, pero cuando yo le cuento a alguien un problema, creo que lo que busco es un consejo, una visión distinta a la mía, por eso generalmente hago lo mismo, creo que no es de soberbia. De hecho siempre aclaro que uno solo puede dar buenos consejos cuando no es el protagonista de la situación en cuestión. La mayor parte de las veces, la persona discrepa, defiende su postura o incluso se enoja. Sigo sin entender esa dinámica, cuando yo demando un consejo, implícita o explícitamente, lo escucho, no lo discuto (aunque no lo entienda o comparta) y trato de retenerlo para analizarlo y ver si puedo aplicarlo o no.

pao dijo...

Me sirvió este post en esta noche de insomnio... hice un raconto de las últimas veces que busqué consejo y llegué a la conclusión de que casi siempre me motiva el deseo de que el otro me diga lo mismo que pienso yo (cosa que pocas veces pasa). Igual repito: no lo discuto, intento mirarlo de esa manera, a veces lo consigo y otras no. Pero insisto: uno no dona consejos porque sí, lo hace a demanda.