domingo, 25 de marzo de 2012

La productividad y los altibajos económicos

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Son los pueblos de mayor productividad donde los ciudadanos viven mejor desde que nacen hasta que mueren.

Cuando dos pueblos están en guerra, es muy importante el estado de ánimo de uno y otro para pronosticar cuál de los dos podrá ganar esa contienda.

No solamente los más animosos pelearán con mayor energía sino que sus oponentes comenzarán a desmoralizarse al ver cómo el enemigo tiene más y más empuje, confianza en el éxito y convicción de que es el mejor.

Por lo tanto, es posible pensar que en una lucha cuerpo a cuerpo:

— el estado de ánimo no solo es importante sino que puede llegar a ser determinante, y

— que si el estado de ánimo es determinante en una lucha cuerpo a cuerpo, es posible pensar que el estado de ánimo también es un fenómeno corporal.

Si podemos dejar de lado el dualismo cartesiano ya comentado en otros artículos (1), es posible suponer que la competitividad entre los trabajadores es un fenómeno anímico, es decir, corporal.

La productividad es un indicador de eficiencia. Un vehículo es más eficiente que otro cuando logra los mayores desplazamientos, en menor tiempo, con la menor cantidad de combustible.

Un trabajador es más eficiente que otro cuando logra mayor producción, en menos tiempo, por menor salario y utilizando la menor cantidad de recursos.

Algunos pueblos tienen mayor productividad que otros, o sea que algunos pueblos son más eficientes que otros.

Con una mirada superficial parecería ser que los pueblos con mejor calidad de vida son aquellos donde tienen salarios altos y el esfuerzo laboral es mínimo.

Esto puede ser así durante breves períodos, pero en el mediano plazo ocurre otra cosa:

Los pueblos con mayores niveles de productividad logran que cada ciudadano viva dignamente durante toda su vida, sin altibajos espectaculares y dramáticos.

(1) El dualismo cartesiano y la pobreza patológica

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11 comentarios:

Selva dijo...

A mi madre no le gustó la lectura en voz robótica, dice que se queda como con una sensación de soledad. A mí me resulta graciosa, pero si tuviera que escucharla varias veces, creo que me desesperaría. Además mucho más lindo es escuchar su voz, y su manera de decir, que es muy agradable.

Elbio dijo...

Algunos estudiosos han llegado a la conclusión de que si bien la educación es importante para mejorar la productividad, más desiciva es la organización de las empresas. Una empresa (y/o un estado?) mejor organizados, lograrán mayor productividad.

Hugo dijo...

La motivación también es importante para aumentar la productividad. La motivación más evidente es un buen salario.

Lucrecia dijo...

Ya sé por qué usted pone el ejemplo de la guerra para hablar de productividad. No me lo diga! Porque la vida es una lucha! Unos contra otros matándonos como salvajes.

Margarita dijo...

No creo que haya tanta intencionalidad en la elección de los ejemplos, pero bueno, por algo surgen... Lo que me preocupa Lu, es esa visión tuya tan dramática de las cosas. Deberías revisarla.

Mª Eugenia dijo...

¿Y cómo se hace para lograr trabajadores que quieran ser más eficientes con menos salario?

Marina dijo...

En nuestro país, con el plan Pro-mejora, se busca elevar la productividad en la educación. Los métodos para hacerlo, no parecen muy eficaces, por eso el plan ha tenido tanta resistencia de parte de los docentes.

Rosana dijo...

La productividad es mejor que el PBI para tener un panorama de cómo vive la gente, porque el PBI puede ser muy alto pero la riqueza estar muy concentrada.

Emiliano dijo...

¿A qué se le llama esfuerzo laboral mínimo? ¿Dónde está? Yo quiero ir para allí!!!

Diana dijo...

Si la mayor productividad se logra a partir de más competitividad, yo me bajo. No sirvo para la competencia.

Anónimo dijo...

No me puedo quejar por el país en el que vivo ahora, acá en los últimos tiempos no se han vivido grandes crisis. Pero por más estable que sea la economía holandesa, mis cambios de humor me están arruinando la vida. Igual mis amigos me dicen que me quede acá, que aunque allá en el paisito soplan buenos vientos, es lo mismo que pasa con los árboles que crecen en la playa, no se sabe cuando van a dejar a la vista las raíces.