lunes, 12 de marzo de 2012

Significante Nº 1.135

Quien pretende la exclusividad de su cónyuge se comporta como el niño que trata de llevarse el parque de diversiones para su casa.

10 comentarios:

Estela dijo...

Con cuánto sentimiento llora ese niño!!

Selva dijo...

Las esposas no somos ningún parque de diversiones!!

Rulo dijo...

Mas bien que no...

Susana dijo...

Ay! qué tontos! acá la metáfora está en el sentido de llevarse lo más preciado, el parque de diversiones como un sueño de alegrías.

Rulo dijo...

Por eso digo

Susana dijo...

Se puede estar casada y ser feliz, por si no lo sabían.

Oliverio dijo...

Al niño le alcanza con volver con su mamá. (pero llevarse el parque de diversiones también le gustaría)

Enrique dijo...

Qué le vamos a hacer! Nos acostumbraron a que mamá hay una sola.

Natalia dijo...

Creo que mis celos son del mismo tamaño que mis deseos prohibidos.

Norma dijo...

Quien pretende la exclusividad de su cónyuge vive en estado de alerta y esperando una catástrofe.