A veces la ayuda bien intencionada no genera lo que buscamos. Por eso no alcanza con ser bueno, es necesario ser inteligente. Sobre todo cuando de políticas sociales se trata.
Ya que Lautaro trae el tema de las políticas sociales, yo recomendaría que se tomara conciencia de la complejidad del tema, y que los que critican tanto, traten de hacer un poco más.
Más que cosa rara, diría cosa boba, Mabel. O mejor dicho, desconocimiento de la motivación. Hasta las conductas más espontáneas tienen un por que. Que no se lo encontremos, es otra cosa.
10 comentarios:
Es de persona inteligente saber invertir bien.
Lo mismo dicen de los gastos en educación, pero parece que la mano no viene rendidora...
Y cuando la ayuda se hace con la intención de sentirse mejor con uno mismo, también.
El prójimo es el próximo, pero a veces nos creemos que el prójimo está muy lejos.
No conviene esperar de las cosas que hacemos, un efecto demasiado concreto, ni tampoco demasiado rápido; de ese modo terminaremos frustrándonos.
A veces la ayuda bien intencionada no genera lo que buscamos. Por eso no alcanza con ser bueno, es necesario ser inteligente. Sobre todo cuando de políticas sociales se trata.
Ya que Lautaro trae el tema de las políticas sociales, yo recomendaría que se tomara conciencia de la complejidad del tema, y que los que critican tanto, traten de hacer un poco más.
Los microcréditos son una buena inversión, pero a largo plazo.
Cuando la ayuda al prójimo no espera nada, se denomina cosa rara.
Más que cosa rara, diría cosa boba, Mabel. O mejor dicho, desconocimiento de la motivación.
Hasta las conductas más espontáneas tienen un por que. Que no se lo encontremos, es otra cosa.
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