¿Por qué será que los castigos físicos generan violencia?
8 comentarios:
Natalia
dijo...
Si el castigo físico se usa como forma de resolver conflictos con una persona que está formándose, se le enseña con los hechos, que esa es la forma de responder a los problemas.
La violencia genera violencia, y si esta debe reprimirse porque el contrincante es más fuerte, se juntará presión hasta que los ¨muros de contención¨ se rompan, y se responda de manera violenta, ya sea contra el agresor o contra otro cualquiera, probablemente más débil.
En la medida que el agredido se identifica con el agresor disminuye el dolor psíquico porque se expía la culpa que se genera al recibir castigo. Esto puede resultar así porque quien es castigado tiende a suponer que ha hecho algo malo y que merece el trato que está recibiendo. De este modo el agredido comienza repeliéndose a si mismo y luego hace suya ¨la causa¨ del agresor, uniéndose en la persecución de los mismos enemigos.
8 comentarios:
Si el castigo físico se usa como forma de resolver conflictos con una persona que está formándose, se le enseña con los hechos, que esa es la forma de responder a los problemas.
La violencia genera violencia, y si esta debe reprimirse porque el contrincante es más fuerte, se juntará presión hasta que los ¨muros de contención¨ se rompan, y se responda de manera violenta, ya sea contra el agresor o contra otro cualquiera, probablemente más débil.
Una manera de defenderse psicológicamente del agresor es identificarse con él. Si yo soy como él, entoces deja de aterrarme.
Si sucede lo que plantea Zulma, el agredido se convierte en victimario y el conflicto queda afuera del vínculo que lo ha generado.
El castigo genera dolor físico y psíquico. Y sed de venganza.
Si el enojo lleva al castigo físico, sustituye a la palabra y provoca una cadena de acción y reacción violenta.
El miedo sólo necesita tiempo para convertirse en furia.
En la medida que el agredido se identifica con el agresor disminuye el dolor psíquico porque se expía la culpa que se genera al recibir castigo. Esto puede resultar así porque quien es castigado tiende a suponer que ha hecho algo malo y que merece el trato que está recibiendo. De este modo el agredido comienza repeliéndose a si mismo y luego hace suya ¨la causa¨ del agresor, uniéndose en la persecución de los mismos enemigos.
Publicar un comentario