Textos pequeños pero concentrados.
¡Ay, amor!, hermano mío querido!!!!!
Para no envidiar hay que aprender a tener sexo con uno mismo.
La envidia no es buena consejera. Al cónyuge hay que tenerle paciencia.
Qué pasa cuando el narcisismo se va a la mierda? Qué queda en su lugar?
Yo sólo envidio lo que no tengo, y como tengo cónyuge, no sé lo que es la envidia conyugal.
La envidia conyugal es como dice la palabra, envidiar en el yugo, sentir que te muerden la yugular.
Ser demasiado atractivo es una condena.
Lo mejor de tener sexo conmigo es que no se precisa ser cónyuge.
Yo lo compadezco; sin embargo a él se lo ve muy feliz.
Esa es una envidia de la que no se puede salir. A no ser que uno se salga de uno mismo.
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10 comentarios:
¡Ay, amor!, hermano mío querido!!!!!
Para no envidiar hay que aprender a tener sexo con uno mismo.
La envidia no es buena consejera. Al cónyuge hay que tenerle paciencia.
Qué pasa cuando el narcisismo se va a la mierda? Qué queda en su lugar?
Yo sólo envidio lo que no tengo, y como tengo cónyuge, no sé lo que es la envidia conyugal.
La envidia conyugal es como dice la palabra, envidiar en el yugo, sentir que te muerden la yugular.
Ser demasiado atractivo es una condena.
Lo mejor de tener sexo conmigo es que no se precisa ser cónyuge.
Yo lo compadezco; sin embargo a él se lo ve muy feliz.
Esa es una envidia de la que no se puede salir. A no ser que uno se salga de uno mismo.
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