domingo, 23 de octubre de 2011

Cobrar y mamar

El comerciante aplica técnicas de venta que son una metáfora de la acción mecánica aplicada por un lactante cuando se alimenta (succión de la glándula mamaria).

El vacío (la carencia, la escasez) es fuente de vida (1).

Así comienza nuestra existencia. A pocas horas de nacer ya «sabemos» cómo ganarnos la vida para el caso de que estén a nuestro alcance las oportunidades adecuadas.

El pecho materno es el mercado laboral que está lleno de leche-alimento-oportunidades donde podremos obtener lo que necesitamos mediante una acción mecánica que se produce por el vacío dentro de la boca del lactante.

Efectivamente, logramos beber, sorber, chupar porque dentro de la boca sabemos cómo formar un vacío para que la leche salga de la glándula mamaria, caiga en la boca y luego podamos tragarla para alimentarnos con ella.

¿Cuál es nuestra acción? Generar (mecánicamente) una carencia, una escasez de presión, un vacío.

Puede pensarse que hay un vínculo lógico y racional en nuestro cerebro cuando la carencia de alimento (hambre) es resuelta con una carencia de presión en nuestra boca (succión, chumar, mamar).

Traspolemos (traslademos, usemos por analogía, comparemos) estos conceptos a otro.

Un fabricante de jabones para la higiene personal quiere vender su producción para ganar dinero. Llevando esta idea al plano del pequeñito recién nacido, el fabricante siente hambre.

Si nos apegamos a la comparación de los dos modelos (ambición comercial - hambre), el comerciante tratará de generar las condiciones para que el dinero de los compradores (seno materno), llegue a su caja registradora (estómago del bebito).

Mediante la publicidad, les generará un vacío (necesidad, deseo) a los compradores procurando convencerlos de que necesitan esos jabones que él fabrica.

Cuando las condiciones estén dadas (una buena «succión publicitaria»), el dinero (leche) empezará a llegar a la registradora (boca) del fabricante-bebito hambriento.

(1) La escasez como fuente de vida

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9 comentarios:

Iris dijo...

La publicidad nos engaña todos los días, haciéndonos creer que un producto destinado, por ej, a la higiene, nos va a embellecer.
Ya casi ni se repara en las verdaderas bondades del producto, a través del discurso, y sobre todo, a través de la imagen, van directamente a lo que más nos interesa: más el placer que la alimentación, más la belleza que la salud, más la juventud que el deporte.

Lautaro dijo...

Con todo el vacío que tenemos, poca falta nos hace que nos habran otros nuevos.

Gabriela dijo...

La boca vacía
el vientre vacío
todo el interior del cuerpo
vacío y
delimitado por un contorno
parecido a una línea negra
que se trazara con un lápiz.

Facundo Negri dijo...

No veo al mercado laboral como una fuente llena de leche-oportunidades.
El mercado laboral es un conjunto de ofertas esclavizadoras para tratar de sobrevivir.

Elena dijo...

El instinto nos posibilita la vida, y nos hablita la muerte.

Alberto dijo...

Dentro de las oportunidades que ofrece el mercado laboral, están las ocupaciones más pesadas, desagradables y peor pagas. Y siempre, o casi siempre, hay quienes se ven obligados a tomarlas. Quién lo haría si no nos manejaramos con dinero?

Marcos dijo...

La única manera de superar una adicción, es volvíendose capaz de soportar el vacío.

Morgana dijo...

La succión publicitaria nos chupa el cerebro.

Teresita dijo...

La naturaleza debería haber previsto una especie que no tuviera que satisfacer ninguna necesidad, y cuya única misión fuera satisfacer las necesidades de las demás especies.