Los seres humanos somos anatómicamente perfectos, pero nuestros sistemas de convivencia siguen siendo medievales.
Propongo ideas diferentes a las que habitualmente aceptamos porque estas parecen no estar dando los mejores resultados.
Por ejemplo, desde hace siglos estamos tratando de que los bienes del planeta estén mejor repartidos y los economistas no lo han logrado. Peor aún, quizá lo hayan empeorado.
Este es el motivo por el cual supongo que el psicoanálisis puede hacer aportes valiosos, para mejorar las propuestas económicas ya existentes o para olvidarlas por insuficientes o contraproducentes.
Es probable que la economía sea una buena administradora de los recursos una vez que están en poder de los individuos, no así en la administración de recursos colectivos porque no logra conciliar las necesidades reales con las ambiciones desmedidas que fuerzan un reparto injusto.
La economía socialista no pasa de pronunciar solemnemente su máxima: «A cada uno según sus necesidades y de cada uno según sus posibilidades».
Observemos que es un pensamiento pegadizo, fácil de recordar porque incluye una propuesta «ideal» (agradable, perfecta aunque irrealizable).
La economía capitalista no tienen un eslogan tan musical y recordable como el socialistas, pero nos hace saber a través de sus actos algo así como «a cada uno según su talento y productividad», con lo cual terminamos en que el desigual «reparto natural» de talentos y productividades se convierte automáticamente en un mal reparto de los recursos.
Quizá corresponda olvidarse de las penurias económicas que padecen los menos favorecidos, pero antes que llegar a ese punto de resignación todo parece indicar que son los criterios administrativos (capitalismo y socialismo) los que tienen mucho para mejorar.
Cuando estudiamos épocas y culturas antiguas, constatamos que hasta los potentados vivían con peor calidad de vida que cualquiera de nosotros.
Eso está ocurriendo hoy: somos primitivos, subdesarrollados, precarios.
Artículo vinculado:
El pobre vello, no es bello
●●●
16 comentarios:
Si los humanos fuéramos anatómicamente perfectos, no enfermaríamos, ni envejeceríamos, ni tampoco moriríamos.
En la antigüedad a los potentados les faltaban muchas de las comodidades a las que hoy tiene acceso, incluso una persona de bajos recursos. Sin embargo eso no significa que los potentados tuvieran peor calidad de vida. Lo que determina la calidad de vida no puede separarse de la subjetividad. Saberse privilegiado, permite que la persona sienta que tiene la mejor de las vidas.
Totalmente de acuerdo en que hoy somos primitivos, subdesarrollados y precarios. Por eso motivo no sabemos organizarnos para vivir en armonía.
La economía socialista, allí donde logró instaurarse, determinó un mejor reparto de los bienes y un desarrollo favorable de la salud, la educación, el deporte.
La propuesta socialista es irrealizable en el momento histórico actual.
El socialismo no puede mejorar porque el capitalismo es casi unánime.
Quizás haya que apostar a la maduración del psiquismo humano.
Y cual es la propuesta del psicoanálisis?
Esta va para Ma. Eugenia: mi abuelo decía algo muy sabio, "no lo apure si lo quiere sacar bueno".
Antiguamente los potentados vivían bien porque contaban con mano de obra esclava.
Creo que ya es un buen aporte para empezar, que el psicoanálisis llame la atención acerca de nuestra propia precariedad. La mayoría nos creemos maravillosos.
Un eslogan musical y recordable aporta a la causa.
Ya tenemos la consigna perfecta. Ahora tenemos que llegar.
Un buen comienzo es revisar las ambiciones desmedidas que tenemos y perjudican a los que nos rodean.
La idea de que se pueden provocar cambios si cada cual "pone su granito de arena", nos ha llevado a permanecer milenios sin avanzar demasiado.
Los recursos colectivos no pueden estar en manos de privados.
Publicar un comentario