lunes, 11 de octubre de 2010

Significante Nº 763

Gracias a la antipática desigualdad, somos tan parecidos los iguales.

10 comentarios:

Ernesto dijo...

El igualitarismo es injusto.

Lola dijo...

Diga que ya no tengo edad, pero que lindos esos dos chicos igualitos!
(además nadie sospecharía en caso de andar con los dos)

Alicia dijo...

En realidad, los iguales son parecidos.

Cacho dijo...

A la antipática desigualdad no le agradezco nada (salvo que a mí me de más).

Graciana dijo...

La igualdad no podría existir sin la desigualdad? Por qué?
Tal como ud ha dicho, existen los huérfanos, pero no hay una palabra para los padres que han perdido a sus hijos.
Pero ese es un mal ejemplo, porque existe esa realidad, aunque no exista la palabra que la denomine.

Efraín dijo...

Aunque la desigualdad se vista de seda, mona se queda.

Analía dijo...

Con mi hermana gemela somos igualitas, salvo que ella es sádica y yo soy masoquista. Pero lo solucionamos viviendo a un lado y otro del océano.

Darío dijo...

Ni siquiera somos iguales ante la ley.

Adela dijo...

A veces me cuesta más tolerar a una persona que tiene gustos distintos a los míos, que a alguien que piensa diferente.

Chapita dijo...

Yo trato de ser parecido a mí mismo para que no me desconozcan.