domingo, 5 de septiembre de 2010

La esclavitud de los animales no humanos

Muchos siglos antes de nuestra era, los griegos no concebían la existencia de un estado (nación, país, colectivo), sin la colaboración de los esclavos.

El 24 de marzo de 1807, el parlamento británico abolió el comercio de esclavos, desacelerando bastante una industria que ya había traficado con más de diez millones de africanos.

Contrariamente a lo supuesto, la humanidad pudo resistir esa drástica disminución de la esclavitud.

Los animales (perros, caballos, aves de corral, etc.), son nuestros actuales esclavos.

La economía de casi todo el planeta los tiene incluidos como si fuera lo más natural, como si tuviéramos el derecho divino de hacerlo.

Es normal que alguien tenga encerrado en su casa a un perro de compañía y que suponga que eso está bien porque lo saca a orinar con un pequeño abrigo muy coqueto, que ya quisieran tenerlo muchos humanos.

Los zoológicos, se presentan como reservas en las que los magnánimos seres humanos cuidamos a los animales, para que no se extingan las especies, como si la naturaleza tuviera necesidad de que —nada menos que nosotros— la cuidemos.

En todo caso, tendríamos que intentar contrarrestar el perjuicio que le causamos.

No tengo pruebas, pero me inclino a creer que es cierto lo que dicen las sociedades protectoras de animales cuando afirman que son salvajemente utilizados para hacer experimentos.

Los caballos son (esclavos) utilizados como motores, transporte y diversión.

Claro, alguien puede pensar: «¿cómo podemos quitarle a una pobre anciana —que vive sola— su única compañía?»

Los grandes argumentos para continuar con esta explotación, es que la humanidad no podría dejar de usarlos (explotarlos, sacrificarlos, mortificarlos) como lo viene haciendo desde hace milenios.

Otro gran argumento es que (a veces) se los cuida como si fueran humanos, creyendo que es lo que ellos más anhelan.

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11 comentarios:

Braulio dijo...

Debería ser vegetariano? De pronto sí, pero no logro que me interese el tema.

Filisbino dijo...

Al parecer - dándoles espacio y libertad - los perros son felices con los humanos.

Cacho dijo...

Por qué un tigre tiene el derecho de comerme a mí y yo no tengo el derecho de comerme una vaca.

Ingrid dijo...

No me parece sensato ponerse en contra de la cadena alimenticia que impone la naturaleza. Pero por otro lado, tampoco me parece bien que la especie humana utilice su razocinio para esclavizar a otras especies.

Sandra39 dijo...

"Cómo podemos quitarle a un pobre perro que vive en la ciudad, su único amo".

Paty dijo...

Los zoológicos que tienen una jaula al lado de la otra, son patéticos.

M. Eugenia dijo...

De qué eran las aves antes del corral?

el oriental dijo...

Si pudiera pagar un 2-22, no tendría a Sultán.

Marta dijo...

Por qué siempre hablamos de la Naturaleza como si fuera la vecina de al lado? Parece que nosotros no fuéramos naturaleza.

la osita dijo...

Hay un refugio precioso para animalitos. Todos tienen ropita y duermen al lado de una enorme estufa a leña.

Damián dijo...

De chicos casi todos hicimos algún que otro experimento salvaje con animalitos, sobre todo con hormigas, moscas, saltamontes. Lo más importante es no olvidar que al niño salvaje, todos lo llevamos dentro.