domingo, 15 de agosto de 2010

Las adicciones suntuarias

En otro artículo publicado hoy (1), les comentaba sobre la necesidad de apartarse progresivamente del grupo de personas queridas, que lo mantienen aferrado a la condición de pobreza que lo está afectando.

Ese artículo es valioso para utilizar la estrategia planteada tal cual la expuse, o para reflexionar sobre otros aspectos no menos importantes.

Uno de ellos es que permite hacernos la pregunta «¿cuánto estoy pagando para tener estos familiares, amigos, cónyuge, vecinos, compañeros de trabajo?»

Casi nadie acepta mezclar los sentimientos con el dinero.

Tenemos un tatuaje en el ADN, según el cual los sentimientos deben mantenerse desvinculados de los intereses materiales, especialmente cuando estos son económicos y más concretamente, cuando refieren a dinero.

El hecho de que no estemos hablando de dinero cuando hablamos de amor, cariño, amistad y otros sentimientos sagrados, no quiere decir que todos esos vínculos se mantengan desafectados de la conveniencia, el interés económico, la vileza.

Lo único que realmente ocurre, es que los prejuicios instalados en nuestro ADN, nos inhiben de expresarlo, ponerlo de manifiesto, ser sinceros profundamente.

Por lo tanto, no es otra cosa que hipocresía vulgar, la costumbre de aislar los afectos de los intereses materialistas.

La recomendación de tomar distancia de los seres queridos que nos aferran a las carencias, está relacionado con que esas amistades tienen realmente un costo monetario.

Tener amistad con un vago, una romántica, un desaprensivo o una anarquista recalcitrante, tiene el elevado costo verificable en todo lo que perdemos de ganar por respetar, acompañar y también obedecer sumisamente, su filosofía de vida.

Es cierto que todos necesitamos ser queridos y que los afectos satisfacen esa necesidad, pero también el alcohólico necesita el alcohol y tiene que abandonarlo cuando el consumo le provoca pérdidas cada vez más dolorosas e irreversibles.

Algunos afectos son adicciones demasiado costosas.

(1) Planificación de la lentitud

●●●

10 comentarios:

Gabriela dijo...

Uy! Cuántas discrepancias. Quedé atiborrada.

Martín dijo...

A veces se paga demasiado caro tener la familia que se tiene.

Lola dijo...

Que yo sepa, el único tatuaje que tengo está arriba de mis nalgas.

Elena dijo...

Es cierto que abunda la miseria humana, pero convertirse en un miserable por convencimiento y propia voluntad, es ya demasiado.

Chapita dijo...

A veces pienso que ud se está volviento loco. Se lo digo por experiencia propia.

Ernesto dijo...

Un anarquista, un romántico/a, podrán ser pobres, pero difícilmente pobres patológicos.
Creo que en realidad ud cree que todos los pobres son pobres patológicos, aunque afirme lo contrario.

Orlando dijo...

En una relación amorosa, por ej, entre hermanos o padres e hijos, el interés económico parece quedar completamente afuera. Hasta que llega el momento de repartir la herencia o de elegir un hospicio para los padres.

Raquel dijo...

Ser profundamente sinceros es el primer paso para comenzar a elevar la condición de ser humano.

Elbio dijo...

Creo que el lenguaje dificulta explicar los asuntos complejos.

Dionisio dijo...

No creo que los ricos me acepten como amigo, justamente por las razones que ud expone.