Textos pequeños pero concentrados.
Me da no sé que abrirle la boca al dentista, y exhibir mis ferocidades.
Algunos pacientes se las ingenian para hablar con la boca completamente abierta. Suena medio gutural.
Hay que taparse la boca cuando se bosteza al aire libre, pueden entrar todo tipo de insectos; yo lo sé.
El paradigma del hombre arrepentido es el que llega al dentista y una vez en el consultorio cierra la boca.
A mí el dentista me entra por... su simpatía.
Ya lo dice el otorrino: en oído tapado no entra refrán.
A propósito del refrán de Tiago; no hay peor sordo que el que no escucha el refrán.
Los dentistas se hacen llamar odontólogos para que cuando el paciente se dirija a ellos, ya en la primera 'o' les encajan el aparato.
Cuando tengo caries no me gusta exponer al dentista a un espectáculo tan desagradable.
Más mejor es encerrarse en su consultorio y dejarlo afuera. En demientras podés entretenerte jugando con los aparatitos.
Qué le voy a hacer! No abro la boca porque me entra pánico y se me congelan los maxilares.Eso no justifica que el animal de mi dentista use agua hirviendo.
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Ya lo dice el refrán, «En boca cerrada no entra dentista».
11 comentarios:
Me da no sé que abrirle la boca al dentista, y exhibir mis ferocidades.
Algunos pacientes se las ingenian para hablar con la boca completamente abierta. Suena medio gutural.
Hay que taparse la boca cuando se bosteza al aire libre, pueden entrar todo tipo de insectos; yo lo sé.
El paradigma del hombre arrepentido es el que llega al dentista y una vez en el consultorio cierra la boca.
A mí el dentista me entra por... su simpatía.
Ya lo dice el otorrino: en oído tapado no entra refrán.
A propósito del refrán de Tiago; no hay peor sordo que el que no escucha el refrán.
Los dentistas se hacen llamar odontólogos para que cuando el paciente se dirija a ellos, ya en la primera 'o' les encajan el aparato.
Cuando tengo caries no me gusta exponer al dentista a un espectáculo tan desagradable.
Más mejor es encerrarse en su consultorio y dejarlo afuera. En demientras podés entretenerte jugando con los aparatitos.
Qué le voy a hacer! No abro la boca porque me entra pánico y se me congelan los maxilares.
Eso no justifica que el animal de mi dentista use agua hirviendo.
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