Vivo en un fortín fortificado por mi fortaleza. Vivo mi voluntad como mi mayor rareza. En la ciudad de los débiles sigo en pie, pero siempre con agujeros he de ser.
Un día desperté de la siesta y me encontré con que había dormido en el patio. Lo más extraño de todo es que yo no tengo patio. Había sucedido algo terrible: mi casa se había caído a la vera del camino. Quise recuperarla pero fue imposible. Un tren lleno de pasajeros raídos le había pasado por encima. A partir de ese momento me convertí en un impertinente trotamundos. Vivo de casa en casa pidiéndole la cena a mis amigos.
6 comentarios:
Mi casa cae en un minuto, se lo aseguro.
Adivinanza:
Vivo en un fortín fortificado por mi fortaleza.
Vivo mi voluntad como mi mayor rareza.
En la ciudad de los débiles
sigo en pie, pero siempre con agujeros he de ser.
R: el deseofóbico.
Me siento desprotegida... no habrá algún buen hombre con una casa de material por ahí?
Un día desperté de la siesta y me encontré con que había dormido en el patio. Lo más extraño de todo es que yo no tengo patio. Había sucedido algo terrible: mi casa se había caído a la vera del camino. Quise recuperarla pero fue imposible. Un tren lleno de pasajeros raídos le había pasado por encima.
A partir de ese momento me convertí en un impertinente trotamundos. Vivo de casa en casa pidiéndole la cena a mis amigos.
Lo primero que se vuela de una casa es el techo.
Mi casa se quemó toda, pero la chimenea sigue en pie.
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