miércoles, 30 de enero de 2013

Significante Nº 1.388



Muchos golpeadores detienen la golpiza cuando perciben que los pedidos de perdón que implora la víctima son realmente sinceros o cuando se les cansa el brazo.

8 comentarios:

Mirna dijo...

No me hace gracia que se bromee con este tema.

Fabián dijo...

La víctima no tiene que pedir perdón por nada. Suceda lo que suceda, nadie tiene el derecho de agarrar a golpes a otro, mucho menos si el otro es más débil.

Laura dijo...

Cuando sobreviene el ataque de furia, el brazo no se cansa.

Marta dijo...

este tipo de violencia puede llegar a solucionarse si se trabaja con la pareja. Si la única medida es alejar o apresar al golpeador, el golpeador sigue estando con las mismas posibilidades de recaer en la misma conducta, quizás con otra persona, pero la conducta no se elimina.

Silvia dijo...

El golpeador es victimario y también víctima. Es víctima de reacciones que no puede controlar. No debe confundirse esto con una justificación; sucede que para eliminar el problema hay que comprender como se genera.

Hugo dijo...

Existen enfermos incurables; son aquellos que padecen enfermedades incurables. Habría que aceptarlo.

Jacinto dijo...

Para las enfermedades incurables se buscan medicamentos, vacunas, tratamientos. ¿Por qué en este caso no?

Damián dijo...

Muchos golpeadores detienen la golpiza cuando los golpea alguien más fuerte.