domingo, 14 de octubre de 2012

Los intentos destructivos de los educadores



 
 
Cuando vamos a capacitarnos sentimos fuertes resistencias interiores porque los  educadores intentan destruir creencias que amamos porque son producciones nuestras.

Es posible afirmar que «la ignorancia», entendiendo por tal el desconocimiento absoluto de todo, NO EXISTE; lo que sí existe es la «ignorancia», entendiendo por tal lo que nos dice el diccionario (1), esto es: el desconocimiento de cuestiones científicas, artísticas, de la ley, de noticias de intereses colectivo.

Me permito agregar otro desconocimiento esencial: la ignorancia también suele ser ignorada, como parte de un círculo vicioso que intuitivamente podemos comprender.

Acá puedo usar una frase en la que se nota cuán importantes son los tildes que solemos ignorar. La frase dice:  «Si no sé que ignoro, no sé qué ignoro», es decir, si desconozco mi falta de conocimientos, no puedo saber qué me falta conocer.

En nuestro idioma también existe la expresión «ignorancia supina», que refiere al desgano de quienes no quieren enterarse de lo que deberían saber.

En el video asociado a este artículo les comento que aprender no es algo tan sencillo como suele pensarse. Los responsables de nuestra educación toman muy a la ligera los factores emocionales que se alteran cuando alguien pretende decirnos algo diferente a lo que ya pensábamos.

Me parece importante estar enterados de que en nuestra mente no existen lugares vacíos en los que puedan agregarse conocimientos como si se tratara de un espacio disponible.

La mente humana sufre de vértigo, tiene mucho miedo al vacío y cuando algo no lo sabe (hueco, curiosidad, ansiedad), antes que averiguarlo, lo inventa.

Cuando nos dedicamos a estudiar y a capacitarnos en destrezas que puedan ser contratadas por el mercado laboral, encontramos necesariamente fuertes resistencias interiores para realizar esas tareas, porque en gran medida los educadores intentan destruir creencias que amamos porque son producciones nuestras.

 

11 comentarios:

Gabriela dijo...

Excelente artículo!!!!

Es violento construir sobre las ruinas.

Lucas dijo...

Lo ideal sería respetar los saberes de otro y construir a partir de allí. El asunto es cómo.

Sandra39 dijo...

Lo que plantea Lucas es imposible, porque se educa para un modelo de sociedad; para formar ciudadanos que se adapten a ese modelo.

Marta dijo...

Encaminarse hacia la formación de personas libres. Ésa sería la tarea.

Facundo Negri dijo...

¿Qué libertad? Nacemos sujetados desde el punto de vista social y psico-biológico.

Andrés dijo...

Las creencias que se respetan son las del grupo dominante.

Elena dijo...

Amamos lo nuestro, lo que pertenece a ese entorno donde crecimos. Ese círculo está cargado de afectos intensos.
Por eso educar tendría que pasar más por la escucha que por el habla. Educar podría ser la acción de permitir el díalogo y el fluir de saberes diversos.

Roque dijo...

Las creencias que contrarían al paradigma establecido, necesariamente van a quedar afuera.
¿Cuántos capitanes puede haber en un barco?

Morgana dijo...

Yo creo que cada capitán está destinado a instruir dentro de su propio barco.

Estela dijo...

Nada más sano que la rebeldía. Esa es mi conclusión.

Macarena dijo...

Por suerte el mercado laboral es diverso. Con el tiempo cada cual puede encontrar su nicho. No hay que pensar al mercado como un todo uniforme. No es así.