Detrás del mundo de la publicidad corren millones de dólares.
Esta cantidad de dinero atrae recursos humanos muy capacitados y competitivos que pierden el sueño por conseguir clientes, negocios, premios, éxito y riqueza.
A pesar de todo el esfuerzo que hacen esas personas muy capacitadas y comprometidas, se equivocan y cometen errores que causan pérdidas económicas.
La publicidad es una forma de comunicación persuasiva, hipnótica y seductora que intenta modificar conductas, hábitos y decisiones en usted y en mí.
No siempre lo logra. A veces una pieza publicitaria fantástica pasa a la historia con el triste resultado de que nadie sabe quién pagó por ella o qué producto se estaba publicitando. Es decir que se perdió todo el dinero invertido.
Cuentan que hace treinta años los fabricantes de Zolben impactaron al público con un anuncio en el que se mostraba a una pareja de enamorados bailando al compás de música romántica.
El texto del anuncio decía algo así como «Tome Zolben para evitar los dolores de cabeza».
La mayoría interpretó que Zolben era un anticonceptivo porque supuso que los enamorados terminarían en una relación sexual y que gracias a Zolben evitarían un embarazo indeseado («un dolor de cabeza»).
Para aumentar la confusión, el específico de Zolben se llama «paracetamol». Muchos interpretaron «para hacer el amor» y ya no quedaron dudas de que Zolben, no era un calmante antipirético sino un anticonceptivo.
En suma: ¡cómo no vamos a cometer errores usted y yo si tanta gente muy capacitada es capaz de perder fortunas con desaciertos como el de Zolben!
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11 comentarios:
Los anuncios que nunca omiten dejar el recuerdo del producto son los de Coca-Cola.
Qué gracioso lo que sucedió con el zolben! Además completamente lógica la interpretación de los que se equivocaron.
Podemos reconfortarnos pensando que la equivocación de los publicistas con el zolben fue sólo una batalla perdida, porque el analgésico terminó imponiéndose.
El sentido original del comercial también estaba muy bueno, pero daba lugar a confuciones.
Quizás si la publicidad se limitase a transmitir información, nadie la miraría, o escucharía, o leería, en fin...
Hay un montón de propaganda para comer sano, hacer ejercicio y mantener una buena figura, sin embargo a mí todo eso no ha logrado cambiarme los hábitos.
Las "jaquecas" de mi mujer no se van ni con una tortilla de zolben.
quién sabe cuántos niños habrán nacido como consecuencia de ese desacierto!
Las que tampoco dejan lugar a dudas son las publicidades que hacen en sus programas Cacho de la Cruz y la argentina Mirtha Legrand.
Ya vemos que la claridad y la calidad de la propaganda, no van de la mano.
Qué pegadizo era aquel "me gustaría compartir, la chispa de la vida..."
Me parece que es al revés: el mundo de la publicidad corre atrás de millones de dólares.
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