Ingenuamente pienso que la primer intención en reforzar la fantasía de los niños, ha sido buena... pero la historieta-negocio con que los adultos sostienen esa fantasía, no me parece ingenua. Con la bandera de no perturbar la inocencia de los niños, nos envolvemos de más mentiras y eso pasa a formar parte de nuestra realidad... Sin embargo los niños que mejor pasaron esa etapa fueron los que sospechaban que se trataba de un juego de los adultos. No era mi caso, que no entendía la diferencia (entre niños pobres y ricos)que hacía papánoel al repartir sus regalos. También me produce malhumor... Ojalá los opinantes de este blog, le otorguen su cuota de gracia.
Una vez me tocó vestirme de Santa con 35º! Me desmayé redondamente y mis sobrinos se pusieron a abrir los regalos con completa indiferencia mientras mi hermana deseperada llamaba a la ambulancia.
Les cuento una para que vean el grado de crueldad al que es capaz de llegar mi madre. Una Navidad parece que no me había portado muy bien durante el año escolar, entonces "Papá Noel" me dejó cuatro cajas enormes, envueltas en papel brillante y con tremendas moñas. Exitado las abrí una a una y todas estaban vacías. En la última había una pequeña nota que decía: "Puedes y debes rendir más. Papá Noel"
Cuando le vi esa carita saturada de esperanza, abandoné mi realismo.
12 comentarios:
Me irritan las "caritas inocentes". Según mi analista es envidia.
¿Me mereceré este malhumor?
Ingenuamente pienso que la primer intención en reforzar la fantasía de los niños, ha sido buena... pero la historieta-negocio con que los adultos sostienen esa fantasía, no me parece ingenua.
Con la bandera de no perturbar la inocencia de los niños, nos envolvemos de más mentiras y eso pasa a formar parte de nuestra realidad... Sin embargo los niños que mejor pasaron esa etapa fueron los que sospechaban que se trataba de un juego de los adultos.
No era mi caso, que no entendía la diferencia (entre niños pobres y ricos)que hacía papánoel al repartir sus regalos.
También me produce malhumor...
Ojalá los opinantes de este blog, le otorguen su cuota de gracia.
Estoy saturado de Arbolitos, chirimbolos, Papá Noeles, pesebres, moñas, cintas, papeles brillantes... y billeteras vacías.
Por suerte la ingenuidad parece durar cada vez menos.
Y así fue que me enterré con las tarjetas de crédito.
San Nicolás se abriga tanto porque busca una excusa para no ir al continente Africano.
Tiago tiene razón, en los países nórdicos, ser Papá Noel es un boleto.
En Cuba la gente tiene mucha esperanza, pero su realismo impide que Papá Noel entre... ni siquiera en balsa.
¡Hasta los niños sufren la esperanza!
Una vez me tocó vestirme de Santa con 35º! Me desmayé redondamente y mis sobrinos se pusieron a abrir los regalos con completa indiferencia mientras mi hermana deseperada llamaba a la ambulancia.
Les cuento una para que vean el grado de crueldad al que es capaz de llegar mi madre. Una Navidad parece que no me había portado muy bien durante el año escolar, entonces "Papá Noel" me dejó cuatro cajas enormes, envueltas en papel brillante y con tremendas moñas. Exitado las abrí una a una y todas estaban vacías. En la última había una pequeña nota que decía: "Puedes y debes rendir más. Papá Noel"
A pesar de todo, todavía les saco fotos a los árboles de Navidad de los shopping.
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