El escritor es experto en crear intrigas exasperantes, pero como deja los finales inconclusos, cuatro guardaespaldas lo protegen de los lectores vengativos.
14 comentarios:
Verónica Daza
dijo...
Lo que más me llamó la atención es que los guardaespaldas sean cuatro. Intenté iamginar a los vengativos lectores; intenté imaginar cómo atacarían al escritor, y no sé.... Un lector descontento ataca de frente: le manda un correo al autor. Un lector iracundo introduce la daga por la espalda, por el abdomen, en el cuello.... Pero un lector desesperado por saber cómo sigue lo que no sigue es capaz de suicidarse.
Los guardaespaldas lo protegen por los cuatro puntos cardinales, pero desde el espacio llega una nave que se lo traga. ¨Abducción extraterrestre!¨, gritan los titulares de los diarios. Pero gritan en vano. Ya nadie lee los diarios, y del instante de la desaparición, ninguna cámara logró captar nada.
Siempre hay algún escritor que anda a salto de mata. Resulta que ahora apareció un fulano que se dedica a escribirle los finales. Ya nadie compra los cuentos del escritor experto en intrigas exasperantes y finales inconclusos, si antes no ha adquirido (a módico precio) el final, que se vende en las mismas librerías y es promocionado con fervor por los mismos libreros.
Algunos escritores, queriendo hacerse los piolas con los maestros, han dejado hojas en blanco para que los niños escriban ellos mismos el final de los cuentos. Si yo fuera un niño me sentiría estafado.
Soy un lector vengativo, y en mi condición de tal quiero denunciar a los escritores que publican artículos de opinión en los diarios, y a la semana los repiten en la sección ¨cartas de los lectores¨.
En las presentaciones de los libros, los lectores vengativos siempre se sientan al fondo del salón y cuando llega la hora del brindis derraman el vino sobre los autógrafos.
Firmé un contrato por dos años con una editora de novelas por entrega. Entre un número y otro la gente se algolpaba en la puerta de casa exigiendo que apresurara el final. Tenía que recurrir al delívery para alimentarme y contratar a un muchacho para que me paseara al perro. Esa fue una buena idea, aquel muchacho es hoy el padre de mis hijos, bueno, en realidad de dos de mis hijos, el tercero... (continuará)
jaja Quienes ese escritor ?? Como salieron vivas de la panza del lobo Caerusita y la abuela? Luego de muchos años cuenta que el lobo las comió de modo figurado. Las comió a besos!! jaja que pensaban.
14 comentarios:
Lo que más me llamó la atención es que los guardaespaldas sean cuatro. Intenté iamginar a los vengativos lectores; intenté imaginar cómo atacarían al escritor, y no sé.... Un lector descontento ataca de frente: le manda un correo al autor. Un lector iracundo introduce la daga por la espalda, por el abdomen, en el cuello.... Pero un lector desesperado por saber cómo sigue lo que no sigue es capaz de suicidarse.
Los guardaespaldas lo protegen por los cuatro puntos cardinales, pero desde el espacio llega una nave que se lo traga. ¨Abducción extraterrestre!¨, gritan los titulares de los diarios. Pero gritan en vano. Ya nadie lee los diarios, y del instante de la desaparición, ninguna cámara logró captar nada.
Siempre hay algún escritor que anda a salto de mata. Resulta que ahora apareció un fulano que se dedica a escribirle los finales. Ya nadie compra los cuentos del escritor experto en intrigas exasperantes y finales inconclusos, si antes no ha adquirido (a módico precio) el final, que se vende en las mismas librerías y es promocionado con fervor por los mismos libreros.
Los lectores vengativos queremos letras con más cuerpo!
Algunos escritores, queriendo hacerse los piolas con los maestros, han dejado hojas en blanco para que los niños escriban ellos mismos el final de los cuentos. Si yo fuera un niño me sentiría estafado.
Dicen que no hay lector más vengativo que el de las Sagradas Escrituras.
Soy un lector vengativo, y en mi condición de tal quiero denunciar a los escritores que publican artículos de opinión en los diarios, y a la semana los repiten en la sección ¨cartas de los lectores¨.
El lector vengativo se diferencia del sosegado a simple vista: siempre lee de pie, cosa de salir discutiendo primero, cuando encuentra argumentos.
El escritor de la intriga en realidad nunca sabe quién es el asesino.
Con mucha suerte lo descubre junto al lector.
En las presentaciones de los libros, los lectores vengativos siempre se sientan al fondo del salón y cuando llega la hora del brindis derraman el vino sobre los autógrafos.
Algo parecido les pasa a los escritores de novelas rosa: los lectores los atacan porque no encuentran similitud con la realidad.
Lo más común es encontrarse con lectores sosegados, esos que leen en la cama para que les entre el sueño, esos que usan la lectura para olvidar.
Firmé un contrato por dos años con una editora de novelas por entrega. Entre un número y otro la gente se algolpaba en la puerta de casa exigiendo que apresurara el final. Tenía que recurrir al delívery para alimentarme y contratar a un muchacho para que me paseara al perro. Esa fue una buena idea, aquel muchacho es hoy el padre de mis hijos, bueno, en realidad de dos de mis hijos, el tercero...
(continuará)
jaja
Quienes ese escritor ??
Como salieron vivas de la panza del lobo Caerusita y la abuela? Luego de muchos años cuenta que el lobo las comió de modo figurado. Las comió a besos!! jaja que pensaban.
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