Hay tres deportes que parecen inspirar mucho respeto. Estos son el tenis, el ajedrez y el golf.
Los espectadores de tales eventos guardan un silencio casi reverencial para no perturbar la concentración de los contendientes.
Ocurre todo lo contario con el boxeo, el básquetbol y el fútbol. Tan es así que muchos espectadores se ponen de espaldas a los jugadores para interactuar de diferentes formas con quienes ocupan las ruidosas tribunas.
Más aún: en el último Campeonato Mundial de Fútbol (Sud-África 2010), los lugareños y otros invitados, no pararon de hacer sonar unas cornetas (vuvuzelas - imagen) de estridencia ensordecedora.
En suma: el silencio contribuye a la concentración mientras que el ruido la impide. Es posible interpretar que los bajos niveles acústicos pueden ser una señal de consideración, mientras que la polución acústica deliberada, evidencia rudeza, desconsideraicón, irreverencia.
Amplío el concepto para decir que dentro de las condiciones de trabajo (o de actividad), la polución acústica determina diferencias muy significativas.
Una hipótesis que cuenta con grandes posibilidades de acierto (dada su popularidad), dice que los pobres son mayoría porque también son mayoría quienes generan una escasa productividad, que a su vez está favorecida (o provocada) por las precarias condiciones de trabajo (escasos respeto, salubridad y atención).
Pondré un ejemplo.
Es una condición infaltable en quienes no logran prosperar económicamente, un elevado y persistente estado de ansiedad (estrés).
Suelen ser personas que no pueden o no saben esperar, que no tienen paciencia, que parecen demasiado apuradas en obtener los resultados que buscan.
Si comparamos las clases socio-económicas que practican los juegos silenciosos con las clases socio-económicas que practican los juegos ruidosos, podemos encontrar la coincidencia en que los silenciosos, reservados, austeros y tranquilos, disfrutan una mejor calidad de vida que los ruidosos, vocingleros, exultantes, ansiosos.
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9 comentarios:
No se comprende bien el ejemplo: usted no es para cualquier lector, como yo.
El tenis no sirve para los espectadores de cuello duro.
Sí, sí!!! Recuerdo que cuando quedé desocupado y en la más absoluta pobreza, me embargaba un persistente estado de ansiedad.
Yo practico buceo en la playa Ramírez, que es silencioso pero más popular.
Para pensar
se necesita silencio.
Para hacer las cosas bien concentración,
y para ganarse la guita
hay que robarle al ladrón.
Prefiero ser pobre y bullanguero. Pero mi naturaleza me obliga a ser silencioso, prudente, racional, trabajador, perseverante. No me queda otra que ser rico.
Practico tenis pero voy al estadio para que me vean.
Genero una alta productividad. Llegó la hora de que monte mi propia empresa. Voy a tejer para afuera.
Que a un médico le guste el boxeo es un contrasentido, pero si es un médico-empresario, ya es otra cosa.
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