Fulano tiró la mano y escondió la piedra. Por eso le gritaron: Fulano ¡se te fue la mano!
11 comentarios:
Jerónimo
dijo...
Una de las cosas más fáciles en este mundo es que se te vaya la mano. A primera vista parece firmemente adosada a nuestro brazo, pero no es tan así. El cerebro tienta a la mano para que se dispare, el corazón late a la carrera, y uno sin darse cuenta, así como así, pierde la mano. Entonces no hay salida, para tirar bien la piedra con la otra mano hay que ser ambidiestro.
Si analizamos este suceso, llegamos a la conclusión de que para este fulano era más importante esconder la piedra que esconder la mano. Para mí que la piedra era un diamante en bruto.
Lo que fulano no sabía era que su mano sabía volar; por eso no llama la atención que se le fuera por los aires. Esa mano buscaba pertenecer a un dueño mejor, y como tenía pretensiones de pintora fue a parar a Mont Matre y de allí nunca volvió.
A fulano le perdonaron que se le fuera la mano. Lo que no le perdonaron nunca fue que escondiera la piedra. Se trataba de una piedra sagrada que emanaba una energía que te dejaba recopado.
Qué le va a hacer! Fulano es boxeador y tiene que tirar la mano. La desgracia fue que se le fuera. Ahora no tiene con qué ganarse el pan. Puede pasarse una vida escondiendo las piedras semi-preciosas que rescata en Artigas, pero las contrabandea por chirolas.
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Una de las cosas más fáciles en este mundo es que se te vaya la mano. A primera vista parece firmemente adosada a nuestro brazo, pero no es tan así. El cerebro tienta a la mano para que se dispare, el corazón late a la carrera, y uno sin darse cuenta, así como así, pierde la mano. Entonces no hay salida, para tirar bien la piedra con la otra mano hay que ser ambidiestro.
Que le pida al pequeño Saltamontes que se la vaya a buscar. Puede que esté en el fondo del mar.
Si analizamos este suceso, llegamos a la conclusión de que para este fulano era más importante esconder la piedra que esconder la mano. Para mí que la piedra era un diamante en bruto.
A mí se me va la mano mientras duermo, y estando ella dormida, acaricia la espalda dorada de mi mujer.
Escondió la piedra filosofal y tiró la mano para deshacerse de sus huellas dactilares.
Cuando la mano se va
queda un espacio vacío
que no lo puede enllenar
un garfio mal habido.
Pero tan mal, tan mal escondió la piedra, que enseguida la encontraron. Lo que es la mano, la verdad que se jodió.
Lo que fulano no sabía era que su mano sabía volar; por eso no llama la atención que se le fuera por los aires. Esa mano buscaba pertenecer a un dueño mejor, y como tenía pretensiones de pintora fue a parar a Mont Matre y de allí nunca volvió.
A fulano le perdonaron que se le fuera la mano. Lo que no le perdonaron nunca fue que escondiera la piedra. Se trataba de una piedra sagrada que emanaba una energía que te dejaba recopado.
Qué le va a hacer! Fulano es boxeador y tiene que tirar la mano. La desgracia fue que se le fuera. Ahora no tiene con qué ganarse el pan.
Puede pasarse una vida escondiendo las piedras semi-preciosas que rescata en Artigas, pero las contrabandea por chirolas.
Fue a Cervantes que le pasó algo así no? jajaja
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