miércoles, 28 de enero de 2009

Significante Nº 275

Íbamos bien hasta que ella quiso aclarar.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

No existe cosa más imprevisible y contraproducente que una mujer con espíritu justiciero. Tengo una en casa y las conozco como la palma de mi mano.

Anónimo dijo...

Nadie se imagina lo que es mi mujer en una discusión y con una taza de café entre pecho y espalda. Milosevic era un monaguillo!

Anónimo dijo...

No haga trampas, hombre.

Anónimo dijo...

En general, los que no están acostumbrados a ganar, cuando ven una oportunidad se vuelven psicópatas y la cagan. Ni averigüen: Es así no más!

Anónimo dijo...

Cómo es eso de que eres esclavo de tus palabras y rey de tus silencios?

Anónimo dijo...

La yegua de mi suegra es experta en hablar fuera de momento y de tono.

Anónimo dijo...

Ellas confían demasiado en el poder de la palabra.

Anónimo dijo...

Las mujeres con espíritu justiciero son adorables Didier. Ellas conservan creencias que el común de la gente pierde en la segunda infancia.

Anónimo dijo...

Ella sabía que a río revuelto ganancia de pescadores.

Anónimo dijo...

¿Llevarse mal con el dinero es no ser capaz de conseguirlo en cantidades suficientes?

Anónimo dijo...

Me parece acertado su planteo. Cuando no hay dinero no hay tu tía, pero si dios falla siempre se puede justificar diciendo que los caminos de dios son misteriosos.

Anónimo dijo...

No siendo educado en la cultura del dinero, es difícil adoptarlo con cariño en la madurez.

Anónimo dijo...

En esos casos lo mejor es repetir que uno está de acuerdo.

Anónimo dijo...

Seguro que ella le quiere hacer entender que esa camiseta a rayas no le sienta.

Anónimo dijo...

No es justo. Acá se quiere hacer creer que las mujeres son más discutidoras que los hombres.

Anónimo dijo...

De pronto no iban tan bien como él pensaba.