viernes, 9 de octubre de 2020

AMOR AL ODIO

 


 

Amo el odio pero también le temo. Hubo uruguayos que intentaron tomar el poder por las armas, eso desató los mecanismos de defensa institucional y nos salvamos! Los sediciosos que perpetraron el intento pagaron con una derrota que debió ser considerada como un riesgo del emprendimiento. Los familiares que odian a quienes salvaron las instituciones, no tienen razón. Los familiares desaparecidos perdieron de forma previsible. Odiar a los militares es negar la acción riesgosa. Los desaparecidos merecen repudio y los militares merecen reconocimiento de la buena función cumplida. Los futuros sediciosos merecerían la misma suerte.

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