En mi mujer existe una coincidencia que ya se la planteó a su ginecólogo: cuando se pone sarcástica, le aumenta mucho el flujo vaginal blanquecino. Le ordenó óvulos antimicóticos. ¿Por qué será no?
Sarcástico se nace. No se hace. Eso de afilar sarcasmos no funciona porque deben ser espontáneos sino siempre quedan sobreactuados y son un fiasco. Lo tengo estudiado.
Ambos debían armarse para pelear. El pueblo quería espectáculo. Ellos, ya en la arena, dudaron. Las tribunas vociferaban. Ajenos al círculo iracundo se amaron. Las tribunas callaron. Una niña lloró de emoción. El rey los absolvió.
A mí desde chiquita me gustaba masturbarme en los caballitos de la calesita. Mis papis no entendían cómo no me aburría de andar siempre en el mismo juego.
12 comentarios:
El practicar un deporte es una buena opción para liberar la agresividad.
En mi mujer existe una coincidencia que ya se la planteó a su ginecólogo: cuando se pone sarcástica, le aumenta mucho el flujo vaginal blanquecino. Le ordenó óvulos antimicóticos. ¿Por qué será no?
Me gustan todos los irónicos y sarcásticos porque es una prueba inconfundible de inteligencia sutil. Mirá lo que te digo: ¡Son hermosos! Así no más!!
Sarcástico se nace. No se hace. Eso de afilar sarcasmos no funciona porque deben ser espontáneos sino siempre quedan sobreactuados y son un fiasco. Lo tengo estudiado.
Hay sarcasmos agudos y graciosos, pero también hay otros hirientes y llenos de gratuita maldad.
Ambos debían armarse para pelear. El pueblo quería espectáculo. Ellos, ya en la arena, dudaron. Las tribunas vociferaban. Ajenos al círculo iracundo se amaron. Las tribunas callaron. Una niña lloró de emoción. El rey los absolvió.
El sarcasmo me quedó tan afilado que terminé herido con mi propio veneno.
Me dio filo pero no pasó nada. Quedé en fila de espera, aguardando algún amor filial o al menos, un afilado sarcasmo.
Cada vez que afilo el sarcasmo, tengo ataques de asma. ¡Qué asno! Evitaré el sarcasmo.
-Vamos a hacer una cosa, el sarcasmo vale triple y la agresión simple vale doble.
-De acuerdo, cielo, avisame cuando largamos.
Ella siempre los tiene afilados, lo que es los míos, andan con la punta roma.
A mí desde chiquita me gustaba masturbarme en los caballitos de la calesita. Mis papis no entendían cómo no me aburría de andar siempre en el mismo juego.
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