miércoles, 1 de junio de 2011

Significante Nº 929

Papá perdió un dedo trabajando como carpintero y desde que uso una falange suya como amuleto, nunca nos faltó trabajo.

10 comentarios:

Serrano dijo...

Guácala!

Luján dijo...

Para ser bendecidos contando con trabajo siempre, el padre tuvo que sacrificar su falange al santo patrono de los carpinteros, José, el padre de Jesús.

Enzo dijo...

Florencio Trabajo era un viejo compañero de la fábrica. Cuando lo llamábamos gritábamos "Trabajo!", y siempre había algún empleado nuevo que nos miraba desconcertado.

Eleonora dijo...

Mi madre tiene engarzados en una pulsera dientes míos y de mi hermano. Es algo muy tribal.

Nolo dijo...

Eso hasta que le robó la falange el primo. Ahora el muy hijo de puta tiene auto y el carpintero sigue de arriba para abajo en bicicleta.

Leticia dijo...

Peor sería perder una falange porque anduviste robando.

Nolo dijo...

Y sí... nada es gratis.

Lautaro dijo...

En realidad algún trabajo siempre hay; la cosa es que uno tenga ganas de hacerlo.

Canducha dijo...

Ese hijo aún sigue viviendo de los sacrificios del padre.

Marina dijo...

Me parece que desde el accidente de su padre, ese chico no faltó nunca al trabajo, por eso el trabajo no le faltó.