No sólo el cristianismo y
el socialismo nos desalientan en la obtención
de riqueza, el lenguaje nos hace pensar que una persona pobre es HUMILDE siendo
que los pobres no podemos ser emprendedores por exceso de orgullo, por escasa
autocrítica y por exceso de pretensiones. Conclusión: las personas humildes por
falta de riqueza seguimos siendo pobres porque somos demasiado arrogantes.
1 comentario:
Excelente
Publicar un comentario