Un pequeño, pero
influyente, grupo de personas (¿influencers?) logra convencer a la humanidad
que la hipertensión arterial es mala y que la hipotensión es buena porque trata
de desestimular a los ambiciosos que compiten con los ricos insaciables. Jesús
Cristo fue el principal impulsor de la pobreza no competitiva. Le siguieron: C.
Marx, Gandhi, los médicos y todos los políticos populistas.
Si usted es pobre y poco
ambicioso, ahora sabe a quienes les debe ese “favor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario