Mi marido adoraba los autos antiguos. Era un coleccionista. Su preferido era un Ford T, uno de los primeros, de 1929. Me gustaba cuando se sacaba fotos con los chicos en el auto, pero de un momento a otro eso terminó para siempre. No sé si fue porque me pidieron que sacara la foto yo, siempre me quedó una enorme sensación de culpa... La foto salió hermosa, Adrián y Nico en las Rodillas de su padre... los tres sonriendo. Recuerdo que era una tarde de sol. Pero cada vez que rememoro esa imágen, siento una enorme desolación. Me veo de pie, enfocando sus caritas. Oigo el click de la máquina y luego la desaparición... Fui procesada y estuve largos años en la cárcel. Estaba shockeada, no entendía nada. Creían que había vendido el auto. Creyeron que había asesinado a mi familia. Y yo escuchaba a mi abogado y no podía decir nada contundente a mi favor. Tenía un vacío tan grande en mi interior que era incapaz de encadenar las palabras. Ahora estoy sola en casa. Nunca se pudo comprobar nada. Yo habría preferido que me dijeran algo. Aunque se tratara del anuncio de mi locura y mi responsabilidad frente a los hechos. Pero nunca se supo nada. Yo nunca supe nada. Saqué la foto y ellos desaparecieron. Eso es lo único que recuerdo con claridad.
Está muy mal que ud hable en un plural universal, pretendiendo involucranos a todos. Yo me perdí toda la tarde del domingo porque la maldita cachila no quiso arrancar, y al único lugar que llegué fue a mi casa y con terrible mufa.
Todos me decían "lo que importa es llegar" y con esa filosofía fue que me lo tomé, pero cuando alcancé la meta vivencié el mayor de los desencuentros: ellos habían cumplido el objetivo, estaban en el 51, todos hechos unos pibes. Me llamaban al celular y hablaban con unas voces de pendejos que no se podía creer. Pero yo no. Demoré tanto que llegué en el 2023. Para peor cuando fui a casa encontré a mi hija abrazada a un tarambana que le decía "Vamos amor, se hace tarde, tenemos que acompañar a tu madre. Ya deben estar velando a tu papá".
11 comentarios:
Es lo que tiene la pertenencia al pasado; te tira hacia atrás.
Mi marido adoraba los autos antiguos. Era un coleccionista. Su preferido era un Ford T, uno de los primeros, de 1929. Me gustaba cuando se sacaba fotos con los chicos en el auto, pero de un momento a otro eso terminó para siempre. No sé si fue porque me pidieron que sacara la foto yo, siempre me quedó una enorme sensación de culpa... La foto salió hermosa, Adrián y Nico en las Rodillas de su padre... los tres sonriendo. Recuerdo que era una tarde de sol. Pero cada vez que rememoro esa imágen, siento una enorme desolación. Me veo de pie, enfocando sus caritas. Oigo el click de la máquina y luego la desaparición...
Fui procesada y estuve largos años en la cárcel. Estaba shockeada, no entendía nada. Creían que había vendido el auto. Creyeron que había asesinado a mi familia. Y yo escuchaba a mi abogado y no podía decir nada contundente a mi favor. Tenía un vacío tan grande en mi interior que era incapaz de encadenar las palabras.
Ahora estoy sola en casa. Nunca se pudo comprobar nada. Yo habría preferido que me dijeran algo. Aunque se tratara del anuncio de mi locura y mi responsabilidad frente a los hechos. Pero nunca se supo nada. Yo nunca supe nada. Saqué la foto y ellos desaparecieron. Eso es lo único que recuerdo con claridad.
Llegamos a la meta y un pibe me pechó y miró con una cara extraña. Después me enteré de que era el abuelo.
Si tú te exitas porque la carrera fue un éxito, espera a que yo me corra y verás lo que es exitación.
El tiempo pasa volando... y nunca se sabe la dirección que va a tomar el viento.
Yo vi que muchos cargaron sus autos en forma clandestina, al tren.
Sí pero no fue una buena idea. Llegamos a la meta sesenta años antes como nos lo habíamos propuesto, pero no teníamos con quien festejar.
Está muy mal que ud hable en un plural universal, pretendiendo involucranos a todos. Yo me perdí toda la tarde del domingo porque la maldita cachila no quiso arrancar, y al único lugar que llegué fue a mi casa y con terrible mufa.
Todos me decían "lo que importa es llegar" y con esa filosofía fue que me lo tomé, pero cuando alcancé la meta vivencié el mayor de los desencuentros: ellos habían cumplido el objetivo, estaban en el 51, todos hechos unos pibes. Me llamaban al celular y hablaban con unas voces de pendejos que no se podía creer. Pero yo no. Demoré tanto que llegué en el 2023. Para peor cuando fui a casa encontré a mi hija abrazada a un tarambana que le decía "Vamos amor, se hace tarde, tenemos que acompañar a tu madre. Ya deben estar velando a tu papá".
Si llegara a la meta 60 años antes, podría empezar de nuevo a vivir.
Pero si me dicen de vivir esta vida otra vez, no la quiero más.
Fue un éxito, pero no me va a negar que fue complicado. Los últimos kilómetros no llegábamos ni al freno, ni al acelerador!
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